El pueblo Venezolano está viviendo una crisis humanitaria sin precedentes. El hambre ha llegado a todas las esferas de la sociedad. Padres e hijos escarban las basuras juntos, compitiendo con perros callejeros abandonados por familias que o se fueron del país o ya no le pueden dar de comer. La malsana búsqueda no es puntual sino que se ha vuelto cotidiana. Con el triste ingenio del que ha conocido tiempos mejores, los escarbadores hierven o le echan vinagre a los restos, para disminuir la posibilidad de intoxicación al ingerirlos. Las madres alimentan a sus hijos con mango verde, que es la única comida que pueden encontrar. Los niños, desnutridos, van a la escuela mareados y regresan de ella pidiendo que al menos le pongan azúcar al mango cotidiano, pero la azúcar es un lujo que ya no existe. El hambre le pega a todos. La gente tiene más huesos, las caras son más angulosas e incluso los fluxes de aquellos suficientemente prominentes como para salir por televisión, parecen quedar más grandes. Todos comen lo que se consigue, cuando se consigue.
Si la situación alimentaria es crítica, la situación médica es criminal. Hoy en día los venezolanos mueren por falta de medicinas. Los diábeticos pasan sus días a la búsqueda del remedio que los deje sobrevivir. Los transplantados viven la angustia de la deterioración progresiva de su estado ante la imposibilidad de conseguir medicinas anti-rechazo. Los cancerosos no tienen manera de que se les haga llegar la terapia que podría salvarles la vida. Los ejemplos que di son críticos pero no exclusivos, ya que en la Venezuela de hoy, cualquier enfermedad es un lujo, dada la falta de antibióticos o de otros remedios de base.
Ante esa crisis sin precedentes, el gobierno ha tomado dos estrategias paralelas. La primera consiste en negar en todas las instancias internacionales que la crisis humanitaria exista y, por lo tanto, rechazar cualquier ayuda extrangera que pueda aliviar el sufrimiento de los venezolanos.
La segunda es la represión más feroz que se haya vivido nunca en el país. La única salida del pueblo es el levantamiento espontáneo, que, a pesar de los visos que le quiere dar el gobierno, no tiene premeditación ni política. El pueblo no está con nadie, está harto, solo quiere que las cosas cambien, que haya comida, que puedan conseguir la medicina para no caerse muerto. Los gases lacrimógenos ya forman parte del paisaje cotidiano de los venezolanos. Así como los tanques, los perdigones, las metras y las balas. Se juzgan a civiles con jueces militares, se busca a la gente dentro de sus casas, sin que haya mandato ni orden de arresto. Se retienen pasaportes. Se insulta y amilana a aquellos que hablen. No se respetan consignas, ni edades, ni sitios. La represión es simplemente omnipresente. Día a día, sin que haya una línea clara, el pueblo se enfrenta de manera desigual contra el gobierno que tiene todas las armas y todos los poderes, sin saber a ciencia cierta cómo terminará el día, ni como terminará esta historia.
Mientras tanto el mundo mira lo que pasa en nuestro país con la incredulidad del que está viendo una película. Nadie, absolutamente nadie, hubiese podido predecir una situación semejante en un país como Venezuela.
La crisis se profundiza ante la terquedad del gobierno en negar la ayuda humanitaria y la amañada propuesta de una Asamblea Constituyente ilegal, que nadie quiere y que tendrá como consecuencia que el grupo actual de gobierno pueda perpetuarse en el poder. La Constituyente no traerá comida a la mesa ni curará a los enfermos, sólo acentuará el deterioro y hará que el estallido social sea aún mas grave.
Venezuela necesita ayuda urgentemente. Médica, alimenticia, diplomática. Venezuela necesita que el mundo reaccione antes de que sea demasiado tarde.
Cuentos Intrascendentes
Bienvenido(a) a mi blog. Aquí observo, opino, cuento. Al principio de los años 90, escribía en una lista de distribución llamada Atarraya mis recuerdos y vivencias cotidianas e intrascendentes, para que no se me olvidaran. He recogido en este espacio algunos de aquellos escritos, con la fecha inicial de envío y desde el 2005 los completo con cuentos, historias y opiniones cotidianas.
Wednesday, June 07, 2017
Wednesday, May 24, 2017
La marmita de Maduro
El Referendo Revocatorio era la válvula de escape que le hubiese permitido al país hacer borrón y cuenta nueva. Al negarsele al pueblo la activación del Revocatorio, el gobierno tapa irrevocablemente el mecanismo natural que le hubiese permitido a Venezuela salir de la crisis.
Maduro tapa también la válvula humanitaria al rechazar la ayuda internacional. Su gobierno repite obsecadamente en todas las instancias posibles que en Venezuela no hay crisis humanitaria. A pesar de las madres que tienen que escoger entre comer ellas o ver morir a sus hijos, de los enfermos que mueren por falta de medicinas y de las imágenes de hombre, mujeres y niños escarbando en la basura.
Maduro tapa también la válvula humanitaria al rechazar la ayuda internacional. Su gobierno repite obsecadamente en todas las instancias posibles que en Venezuela no hay crisis humanitaria. A pesar de las madres que tienen que escoger entre comer ellas o ver morir a sus hijos, de los enfermos que mueren por falta de medicinas y de las imágenes de hombre, mujeres y niños escarbando en la basura.
Cuando las válvulas se cierran, la presión aumenta y el resultado es un gobierno acorralado, sin más opciones que la de intensificar la represión. Tenemos a un pueblo indefenso batallando solo contra su propio gobierno. Tenemos a un gobierno asesino y sin ningún tipo de escrúpulos. Tenemos a una potencia extrangera, Cuba, que depende entrañablemente de la permanencia del chavismo en el país. Tenemos, finalmente a un mando militar o bien corrupto y sin nada que perder, o bien sabiamente castrado o acallado durante los 17 años de chavismo. En pocas palabras, tenemos una situación explosiva que nunca antes se había vivido en Venezuela.
Yo creo que en los anales de la Historia de Venezuela, Maduro quedará como el Presidente más incompetente, represivo e irresponsable que haya tenido el país: un Chávez sin plata y sin carisma.
Los diecisiete años de chavismo calentaron la marmita, pero ha sido Maduro quien ha intensificado el fuego y cerrado todas las válvulas. Ojalá que la explosión pueda traer paz y cordura y un país al que todos queramos regresar.
Yo creo que en los anales de la Historia de Venezuela, Maduro quedará como el Presidente más incompetente, represivo e irresponsable que haya tenido el país: un Chávez sin plata y sin carisma.
Los diecisiete años de chavismo calentaron la marmita, pero ha sido Maduro quien ha intensificado el fuego y cerrado todas las válvulas. Ojalá que la explosión pueda traer paz y cordura y un país al que todos queramos regresar.
Wednesday, March 11, 2015
Las abominables declaraciones del embajador Chaderton
Tenía un día sin ver las noticias venezolanas. Después de cena me senté ante el computador y me encontré con unas declaraciones difíciles de entender en cualquier ser humano, mucho menos, en un diplomático, y aún menos en uno que representa al país en una instancia internacional.
Oir a un embajador hablar de dos tipos de venezolanos, los "escuálidos" y los que no lo son, ya es materia como para pedirle que renuncie al cargo. Los venezolanos no tenemos calificativos, somos venezolanos y punto, independientemente de la visión política que tengamos del país.
Ahora bien, Chaderton no sólo utiliza el ofensivo y divisivo epíteto, sino que lo usa asociado a la noción de franco-tiradores que apuntan a la cabeza de manifestantes. ¿Cuántas víctimas no ha habido en Venezuela justamente de franco-tiradores que apuntan a las cabezas, la última de ellas, un niño de 14 años? Lo mínimo que podría tener el embajador Chaderton es un poco de respeto, decencia y empatía humana cuando trata de un tema tan duro y difícil para todos los venezolanos y, en particular, para aquellos que han perdido seres queridos en esas circunstancias. Pero, no contento con éllo, el embajador se dió a la tarea de, en el mejor de los casos, hacer un asqueroso chiste y, en el peor, decir que lo que realmente piensa, dando detalles sobre como suena la bala contra el craneo de un escuálido, es decir, un venezolano opositor, versus como suena contra el craneo del que no lo es. Lo peor, es que el embajador da la declaración tan tranquilo, sin que ninguno de los presentes haga ningún comentario de reproche y, para rematar, todo eso en las ondas del canal oficial.
¿A dónde hemos llegado, Venezuela? Qué nivel de bajeza y de falta de humanidad nos ha llevado el Chavismo, cuando un hombre supuestamente culto y educado y que además, nos representa, se atreve a decir calmadamente unas frases tan abominables en pleno espacio público?
Embajador Chaderton, excúsese ante el pueblo Venezolano.
Saturday, January 31, 2015
Todos somos López
Una de las imágenes que mas me llamó la atención en las pasadas Navidades es la de Leopoldo López tratando de hacer llegar un mensaje, escrito en bolígrafo, en un papel de cuaderno. La imagen a pesar de lo simple, es desoladora: es la del prisionero que quiere tener una voz y busca, a toda costa, así sea con un bolígrafo que poco se ve, hacer pasar su mensaje. Buscando en la web, no logré encontrarla, les dejo una parecida, pero no es la misma.
Desde hace quince años, el gobierno Venezolano ha utilizado la justicia para aplacar, disuadir, chantajear o simplemente castigar a los disidentes, o a aquellos que, tal como hizo la Jueza Afiuni, no se dobleguen a los intereses del Gobierno. No hay Seguridad Nacional, ni Gestapo. La cosa, en Venezuela, es mucho más fácil, basta inculpar a quienquiera que incomode al gobierno en ese momento, para que toda la maquinaria de persecución judicial se ponga en marcha.
Es posible hacerlo por varias razones: 1)porque las leyes penales Venezolanas son obsoletas y ponen al derecho del Estado por encima del derecho del individuo, 2) porque a pesar de lo que diga la Constitución, los derechos humanos nunca han sido una gran prioridad en Venezuela y 3) porque el Poder Judicial y el Poder Moral están totalmente politizados y se han convertido en estos últimos años en instrumentos a la merced de los intereses del Chavismo.
En el ámbito político, los ejemplos son numerosos: Capriles, Baduel, María Corina Machado, López. También hay ejemplos en el ámbito económico, el encarcelamiento y destrucción de los responsables de casas de Bolsa como chivos espiatorios de las absurdas políticas económicas del gobierno y en el judicial, la Jueza Afiuni, apresada para que a ningún juez se le ocurriera salirse de la línea dictada por el gobierno.
En un régimen que ha perseguido de manera implacable a todo el que se percibe como enemigo, la persecución de López es sin embargo remarcable. Antes que nada por lo larga: López es un perseguido político desde que, como Alcalde de Chacao, Chávez lo viera como una amenaza a su anhelo de quedarse en el poder para siempre. En segundo lugar, por lo torpe e intensa. El encarcelamiento de López y la actitud del gobierno referente al mismo es totalmente absurda: celda de confinamiento, negativa de visitas, prohibición al padre de participar al juicio, proposición de intercambio internacional de López por otros presos. Siendo esta última propuesta una de las más absurdas y peculiares dado que se trata de un ciudadano venezolano, preso por su mismo gobierno.
Del lado de la oposición, el tratamiento de López no ha sido tampoco de los más adecuados. Si no fuera por la esposa y por Maria Corina Machado, nadie se acordaría que tiene casi un año, entre rejas, a la espera de un juicio. Una parte de la oposición le achaca el haber actuado por su cuenta para ser apresado y convertirse en el líder, otra parte está demasiado ocupada en sus pequeños intereses para darse cuenta de que es necesario la unificación detrás del apoyo a López. La oposición debería aprovechar el descontento actual para hacer de López una figura emblemática, aquella que puede unificar al país y darle al pueblo la idea de que si hay alternativa.
Las rejas de López son las rejas de todos los venezolanos. Las rejas de la falta de libertad, la falta de justicia, la falta de visión, la falta de liderazgo, la falta de civismo, la falta de profundidad, la falta de país.
Todos somos López.
Monday, January 19, 2015
De hipocresía y del "legado de Chávez"
Está pasando algo curioso en el discurso de la oposición en Venezuela. De pronto, aparece una declaración por aquí, un mensaje por allá, un twitt mas lejos, utilizando la noción del "legado de Chávez". Los chavistas que quedaron son malos porque no respetan "el legado de Chávez", fulano o sutano de la oposición va a preservar "el legado de Chávez", Maduro está destruyendo "el legado de Chávez".
Vamos a ser claros, si legado hubo, no fue positivo. El hombre utilizó la más grande lluvia de dinero que le ha caido al país en toda su historia para asegurarse que sería re-elegido hasta la muerte, sin importarle en nada las consecuencias para el país. El legado de Chávez fue la destrucción de las instituciones, la politización de todos los ámbitos de la sociedad, la destrucción de la capacidad productiva del país, la militarización del gobierno, el armar a la sociedad civil sin tomar en cuenta las consecuencias, el despilfarro de los recursos de Venezuela para ganar popularidad personal, la utilización masiva e impune de los recursos del estado para fines partidistas, la persecución política a gran escala, las listas negras, el discurso de división irresponsable, el insulto como manera de hacer política, la deshumanización de cualquier adversario, la manipulación de las leyes como justificativo de medidas anti-democráticas, la incitación al odio en las ondas de los canales del estado, el abuso de poder.....El legado de Chávez es, además, el mayor éxodo de talento que ha existido nunca en nuestra historia.
Yo desafío a cualquier opositor que me exponga públicamente cuál fue "el legado de Chávez".
Claramente, se trata de una estrategia para intentar ganarse al pueblo que votó por Chávez durante quince años. Pero, señores políticos opositores, Ustedes se creen que la gente es pendeja?
La gente está cansada que le caigan a embustes. Tratar de ganar indulgencias chavistas haciéndose pasar por chavistas light, no es más que un engaño facilmente detectable en millas a la redonda.
Venezuela tiene que olvidarse de Chávez. Chávez fue un militar, un caudillo, como los tantos que hemos tenido en nuestra historia y que nunca nos han sacado del subdesarrollo. Venezuela tiene que olvidarse de los caudillos y entender que esa no es la vía, que hay una vía de país con instituciones, con leyes, con dignidad para todos, con democraia, con oportunidades, que es opuesta a lo que hemos tenido hasta ahora.
Cuando la oposición pase ese mensaje, será una verdadera oposición respetada por todos y los venezolanos tendrán la oportunidad de decidir si quieren esa vía, o si prefieren la que les ha dejado "el legado de Chávez". Pero lo que se perfila hasta ahora, es que la oposición quiere tener el chivo y el mecate, quiere hacerse pasar por caperucita cuando no lo es. Con esa estrategia, no sólo nunca convencerán a nadie, sino que hay riesgo que, una vez más como pasó tantas veces en estos últimos quince años, los adeptos a la oposición se queden en casa.
Las estrategia de no hablar claro sobre el "legado de Chávez", puede ser la manera más rápida para perder unas elecciones que deberían ser imperdibles.
Vamos a ser claros, si legado hubo, no fue positivo. El hombre utilizó la más grande lluvia de dinero que le ha caido al país en toda su historia para asegurarse que sería re-elegido hasta la muerte, sin importarle en nada las consecuencias para el país. El legado de Chávez fue la destrucción de las instituciones, la politización de todos los ámbitos de la sociedad, la destrucción de la capacidad productiva del país, la militarización del gobierno, el armar a la sociedad civil sin tomar en cuenta las consecuencias, el despilfarro de los recursos de Venezuela para ganar popularidad personal, la utilización masiva e impune de los recursos del estado para fines partidistas, la persecución política a gran escala, las listas negras, el discurso de división irresponsable, el insulto como manera de hacer política, la deshumanización de cualquier adversario, la manipulación de las leyes como justificativo de medidas anti-democráticas, la incitación al odio en las ondas de los canales del estado, el abuso de poder.....El legado de Chávez es, además, el mayor éxodo de talento que ha existido nunca en nuestra historia.
Yo desafío a cualquier opositor que me exponga públicamente cuál fue "el legado de Chávez".
Claramente, se trata de una estrategia para intentar ganarse al pueblo que votó por Chávez durante quince años. Pero, señores políticos opositores, Ustedes se creen que la gente es pendeja?
La gente está cansada que le caigan a embustes. Tratar de ganar indulgencias chavistas haciéndose pasar por chavistas light, no es más que un engaño facilmente detectable en millas a la redonda.
Venezuela tiene que olvidarse de Chávez. Chávez fue un militar, un caudillo, como los tantos que hemos tenido en nuestra historia y que nunca nos han sacado del subdesarrollo. Venezuela tiene que olvidarse de los caudillos y entender que esa no es la vía, que hay una vía de país con instituciones, con leyes, con dignidad para todos, con democraia, con oportunidades, que es opuesta a lo que hemos tenido hasta ahora.
Cuando la oposición pase ese mensaje, será una verdadera oposición respetada por todos y los venezolanos tendrán la oportunidad de decidir si quieren esa vía, o si prefieren la que les ha dejado "el legado de Chávez". Pero lo que se perfila hasta ahora, es que la oposición quiere tener el chivo y el mecate, quiere hacerse pasar por caperucita cuando no lo es. Con esa estrategia, no sólo nunca convencerán a nadie, sino que hay riesgo que, una vez más como pasó tantas veces en estos últimos quince años, los adeptos a la oposición se queden en casa.
Las estrategia de no hablar claro sobre el "legado de Chávez", puede ser la manera más rápida para perder unas elecciones que deberían ser imperdibles.
Thursday, January 08, 2015
No es sólo libertad de expresión
Uno de los libros que más me ha impactado en la vida fue "A thousand splendid suns" de Khaled Housseini, que narra como cambia la vida de dos mujeres afghanas. Vidas, al principio normales, que se van transformando con la llegada del fundamentalismo islámico. Poco a poco, los talibanes les van restando libertades: la de escoger, la de vestirse, la de reirse, la de salir, la de educarse, la de tener acceso médico, la de circular. El libro es tan pero tan duro, que si uno no supiera que todo es cierto, pensaría que se trata de una abominación inventada por el autor.
El libro me viene siempre a la mente cuando voy a una tienda donde trabajan dos muchachas afghanas que lucen como la antítesis de los personajes. Ambas tienen una cabellera bellísima, larga, gruesa, abundante, negrísima, brillante, que lucen con orgullo y revolotean cada vez que pueden. Ambas se ríen y responden a los usuarios con sonrisa pícara, en Inglés, en Francés o en Pachtún. Ambas comentan los acontecimientos recientes, desean féliz día o feliz Navidad, se maquillan, comparan carteras compradas por la una o por la otra, hacen chistes. En pocas palabras, son muchachas normales de su edad, como cualquier otra muchacha de su edad en un país donde tienen todas las libertades, donde el hecho de haber nacido mujeres no les quita derechos y donde los prospectos de vida dependen únicamente de la suerte y de ellas mismas.
Ayer me acordé de las muchachas afghanas y del libro de Hussaini cuando supe de los atentados contra Charlie Hebdo. La mayoría de los comentaristas hablaban de un atentado contra la libertad de expresión. Otros se preguntaban si Charlie Hebdo no había ido demasiado lejos con el tipo de caricaturas, a lo cual un profesor les explicaba que el único límite de la libertad de expresión debe ser el que establecen las leyes, leyes emitidas cuidadósamente para no ser demasiado restrictivas. Continuaban explicando que la libertad de expresión no puede ser supeditada al buen gusto, al gusto de un individuo, o al de un grupo, que la ofensa por motivos religiosos no es razón para cohartar la libertad de expresión. Proseguía haciendo énfasis de nuevo que sólo los motivos legales pueden ser utilizados en la censura, y sólo cuando se determine cuidadosamente que existen.
Al principio, no había podido cernir porqué el discurso de los comentaristas me recordaba a las muchachas afghanas pero de pronto, lo vi claramente. El atentado de Charlie Hebdo no es un atentado contra la libertad de expresión. Es mucho más grave y más profundo. El atentado forma parte de una guerra: la de un mundo contra otro. Es una cruzada contra los valores occidentales más fundamentales: la igualdad, la democracia, la libertad.
Lo que pasó en París ayer, fue un atentado contra la libertad. La libertad que gozo yo, que goza mi hija, que gozan las muchachas afghanas de la tienda, que gozan mis colegas, que gozamos todos. Una libertad que costó miles de años en conseguir. Una libertad por la que mentes pensantes murieron en la hoguera o fueron encarcelados. Una libertad laica tan amplia que permite la libertad religiosa, que permite incluso que se puedan volcar contra ella.
Entonces me di cuenta, que los editores de Charlie Hebdo no fueron sólo víctimas de un ataque terrorista, sino que fueron héroes y mártires de nuestro tiempo, en la preservación de la libertad.
Yo no se si puedo decir que soy Charlie. Yo no se si habría tenido el coraje, después de amenazas serias y de un incendio intencional, de continuar a publicar las mismas cosas, a sabiendas que mi vida estaba en peligro.
Yo no se cómo habría reaccionado estando en la posición de los caricaturistas, sólo se que nos dieron una gran lección de entereza, de principios y de demostración que si nos dejamos, es muy fácil perder la libertad.
Monday, December 22, 2014
La interpretación del TSJ y las triquiñuelas de Diosdado Cabello
Artículo 279. El Consejo Moral
Republicano convocará un Comité de Evaluación de Postulaciones del Poder
Ciudadano, el cual estará integrado por representantes de diversos sectores de
la sociedad; adelantará un proceso público de cuyo resultado se obtendrá una
terna por cada órgano del Poder Ciudadano, la cual será sometida a la
consideración de la Asamblea Nacional. Esta, mediante el voto favorable de las
dos terceras partes de sus integrantes, escogerá en un lapso no mayor de
treinta días continuos, al o a la titular del órgano del Poder Ciudadano que
esté en consideración. Si concluido este lapso no hay acuerdo en la Asamblea
Nacional, el Poder Electoral someterá la terna a consulta popular.
Para entender la magnitud de lo que acaba de pasar con la elección del Poder Ciudadano, no basta simplemente con decir que el TSJ está vendido y basta, sino que hay que ver cómo pueden darle un barniz de legalidad a lo que acaba de suceder. Para ello, me dispuse a buscar la sentencia misma que aparece en la página web del TSJ.
Antes que nada, se trataba de un recurso de interpretación que Diosdado Cabello, en su calidad de Presidente de la Asamblea Nacional le pide al TSJ sobre el artículo 279 que estipula que el Consejo Moral Republicano debe convocar un Comité de Evaluación de Postulaciones que luego producirá una terna para cada cargo. Dicha terna debe ser sometida al voto de la Asamblea Nacional y el candidato ganador de cada cargo deberá obtener 2/3 de los votos.
El recurso de interpretación fue interpuesto el 19 de diciembre y hoy, 22 de diciembre, no sólo ya todo está resuelto e interpretado, sino que se encuentra disponible en la página web del TSJ para que todo el que quiera leer la interpretación de los Magistrados lo pueda hacer.
Diosdado Cabello indica que hubo ausencia de acuerdo del Consejo Moral Republicano (compuesto por El Defensor del pueblo, El Fiscal General y el Contralor) para convocar al Comité de Evaluación de Postulaciones y que, por lo tanto, hay que caer en la segunda parte del artículo 279 que indica que, de no haber convocación de dicho Comité, será la Asamblea Nacional la que designe a los titulares. La duda de Diosdado era si tal designación debía ser con mayoría de 2/3, o con mayoría simple.
Ahora bien, el espíritu de la ley es tan fuerte, que en el primer párrafo se especifica que de no haber acuerdo de 2/3 en la Asamblea Nacional al cabo de 30 días, hay que someter la elección al voto popular. Sin embargo, el TSJ decidió que como se trataba de interpretar sólo la segunda parte del artículo, no se requería sino una mayoría simple.
¿Qué significa? Significa que basta con que el órgano encargado de convocar al Comité de Evaluación se niegue a hacerlo para volarse claramente el espíritu de la ley que dice que se requiren 2/3 de los votos de la Asamblea Nacional para elegir a los miembros del Poder Ciudadano.
En pocas palabras, según el TSJ, los 2/3 de la Asamblea Nacional nunca harán falta.
En caso de no haber sido convocado el Comité de
Evaluación de Postulaciones del Poder Ciudadano, la Asamblea Nacional
procederá, dentro del plazo que determine la ley, a la designación del titular
o la titular del órgano del Poder Ciudadano correspondiente.
Los o las integrantes del Poder Ciudadano serán
removidos por la Asamblea Nacional, previo pronunciamiento del Tribunal Supremo
de Justicia, de acuerdo con lo establecido en la ley.
Para entender la magnitud de lo que acaba de pasar con la elección del Poder Ciudadano, no basta simplemente con decir que el TSJ está vendido y basta, sino que hay que ver cómo pueden darle un barniz de legalidad a lo que acaba de suceder. Para ello, me dispuse a buscar la sentencia misma que aparece en la página web del TSJ.
Antes que nada, se trataba de un recurso de interpretación que Diosdado Cabello, en su calidad de Presidente de la Asamblea Nacional le pide al TSJ sobre el artículo 279 que estipula que el Consejo Moral Republicano debe convocar un Comité de Evaluación de Postulaciones que luego producirá una terna para cada cargo. Dicha terna debe ser sometida al voto de la Asamblea Nacional y el candidato ganador de cada cargo deberá obtener 2/3 de los votos.
El recurso de interpretación fue interpuesto el 19 de diciembre y hoy, 22 de diciembre, no sólo ya todo está resuelto e interpretado, sino que se encuentra disponible en la página web del TSJ para que todo el que quiera leer la interpretación de los Magistrados lo pueda hacer.
Diosdado Cabello indica que hubo ausencia de acuerdo del Consejo Moral Republicano (compuesto por El Defensor del pueblo, El Fiscal General y el Contralor) para convocar al Comité de Evaluación de Postulaciones y que, por lo tanto, hay que caer en la segunda parte del artículo 279 que indica que, de no haber convocación de dicho Comité, será la Asamblea Nacional la que designe a los titulares. La duda de Diosdado era si tal designación debía ser con mayoría de 2/3, o con mayoría simple.
Ahora bien, el espíritu de la ley es tan fuerte, que en el primer párrafo se especifica que de no haber acuerdo de 2/3 en la Asamblea Nacional al cabo de 30 días, hay que someter la elección al voto popular. Sin embargo, el TSJ decidió que como se trataba de interpretar sólo la segunda parte del artículo, no se requería sino una mayoría simple.
¿Qué significa? Significa que basta con que el órgano encargado de convocar al Comité de Evaluación se niegue a hacerlo para volarse claramente el espíritu de la ley que dice que se requiren 2/3 de los votos de la Asamblea Nacional para elegir a los miembros del Poder Ciudadano.
En pocas palabras, según el TSJ, los 2/3 de la Asamblea Nacional nunca harán falta.
Saturday, December 20, 2014
Incongruencias chavistas
Ah! El Imperio! El odiado, repudiado, hablado, condenado, insultado Imperio. Rápido! Rasguémonos las vestiduras en la plaza pública. El Imperio nos persigue, nos engaña, manipula el precio del petróleo, la economía mundial, las cotas de las agencias, nada más que para jodernos. El Imperio tiene planes maquiavélicos, apoya magnicidios, abriga a enemigos, nos espía, nos vigila, apoya a la oposición y anda pendiente a ver cuándo es que nos invade.
Pero cónfilo, qué fino que la película Libertador se encuentre entre las 9 finalistas para ser considerada para el Oscar! El OSCAR! Todo venezolano se debería sentir orgulloso que una película sobre Bolívar esté compitiendo para los Academy Awards. Y el que no esté de acuerdo es un anti-patria y vende-patria.
Tuesday, December 16, 2014
Lluvias y la búsqueda del poder absoluto: crónica de una negligencia criminal.
Hoy es una fecha fatídica para Venezuela: hoy 16 de diciembre se cumplen 15 años del final del deslave de Vargas y, también, se cumplen 15 años de la victoria referendaria que cambió para siempre la legalidad en Venezuela. Sin embargo, el país parece vivir un momento de amnesia colectiva. Ni los periódicos, ni los blogs, ni los políticos parecen acordarse del triste aniversario. Todos reportan la comidilla actual, el detalle, las pequeñeces del gobierno de turno. Nadie recuerda la tragedia, el referendo ni como se torció la legalidad, la empatía humana y el buen sentido para que Chávez llegara a sus fines de gobernar para siempre.
Un país que no recuerda, es un país que cae una, otra y otra vez en el mismo error.
Acordándome hoy de la fecha, me acordé también de un viejo post hecho por mi amigo Jorge Arena hace casi 10 años. Jorge detalló los acontecimientos alrededor del referendo constitucional y el deslave de Vargas, buscando noticias originales de cada fecha. Se me ocurrió traducir el post, que aquí les dejo, con todos los links originales, para que queden para siempre en la memoria colectiva.
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Traducción de "Rains and the quest for absolute power: Chronicle of a criminal negligence" escrito por Jorge Arena, traducción de Bruni.
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El evento más trágico que ha sucedido en Venezuela en años recientes fue la muerte de decenas de miles de personas debido a las lluvias y el deslave que tuvo lugar en diciembre de 1999.
Desde el día de su elección, en 1998, el Presidente Hugo Chávez se refirió a la Constitución Venezolana de 1961 como la "moribunda". Incluso, al tomar el poder el 2 de febrero de 1999, Chávez juró sobre la “moribunda” que haría lo que fuera necesario para que Venezuela tuviese una nueva Constitución. La pregunta es ¿Porqué? ¿Qué tenía de errado la Constitución de 1961? No había nada errado. Nada que no pudiese ser cambiado con una enmienda. Había, sin embargo, dos escollos importantes para prevenir el alcance del poder absoluto de Chávez:
1.- La vieja Consitutición imponía un mandato presidencial no-renovable de 5 años.
Un Presidente anterior podía ser re-electo solamente después de diez años de haber finalizado su primer mandato. Chávez necesitaba más tiempo para "realizar" su revoluvión. Su idea era un período presidencial de 6 años, renovable, para poder quedarse 12 años en el poder.
2.-La máxima figura judicial del país era la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados habían sido nombrado por el poder anterior. Chávez entendió que para tener el control total del país, debía crear una nueva Corte y eso sólo era posible creando una nueva Constitución.
En aquel tiempo, Chávez no tenía la mayoría en el Congreso, lo cual era necesario para cualquier enmienda constitucional. Por lo tanto, Chávez rápidamente pasó una ley para llamar a un referendo sobre la creación de una Asamblea Constituyente. Sin tener un verdadero asidero jurídico, la Asamblea Constituyente decidió disolver el Congreso y, en tiempo record, produjo una nueva Constitución que contenía los deseos de Chávez de entonces. La nueva Constitución debía ser aprobada por un Referendum que debía tener lugar en la fecha fatídica del 15 de diciembre de 1999. A continuación pasaré punto por punto sobre las noticias que tuvieron lugar algunos días antes y después del 15 de diciembre de 1999, para recordar la tragedia y el clima político que los Venezolanos estaban viviendo.
El 4 de diciembre de 1999 ya había una emergencia declarada en el Litoral. Había habido muertos, 20 casas y dos arterias mayores habían colapsado. Los vuelos a Maiquetía eran re-ruteados a otros aereopuertos.
El 7 de diciembre de 1999, aquellas personas que habían perdido sus casas pedían ayuda y declaraban que la ayuda del gobierno era marginal. Las autoridades alertaron sobre nuevas lluvias. Tendrían razón.
El 9 de diciembre de 1999, nuevas casas colapsaron. Defensa Civil indicaba que había que evacuar nuevas regiones. Había habido deslaves en todo el estado Vargas. El río Cúpira se había desbordado y pueblos de Miranda también estaban inundados. El 10 de diciembre, 1999, Defensa Civil informó que la emergencia se estaba viviendo en todo el país. Se reportó el colapso de dos puentes en el estado Miranda.
El 12 de diciembre se reportó que muchas casas fueron destruidas en el área metropolitana de Caracas y en Miranda. La situación en Vargas empeoró.
El 13 de diciembre de 1999 las lluvias afectaban a otras 17000 personas. Defensa Civil reportó haber discutido con el CNE para determinar cómo iba a ser posible que los dagnificados pudieran ir a votar el 15 de diciembre, 1999.
El 14 de diciembre de 1999, el gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, declaró el estado de emergencia. Mientras tanto, el Presidente del CNE indició que todo andaba "sobre ruedas" en lo referente al Referendum Constitucional.
El 15 de diciembre, a pesar de las fuertes lluvias, el Presidente Hugo Chávez apareció en televisión pidiéndole a los Venezolanos que fueran masivamente a votar y, además , votar temprano. Dijo que nadie debía dejar de votar debido a las lluvias. Recordó la vieja frase de Simón Bolívar "Si la Naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca". Muchos centros no pudieron abrir y muchos testigos de mesa no pudieron presentarse a causa de la situación de lluvias. Hubo reporte de problemas en varios estados. Miembros del prelado, conjuntamente con la directiva del CNE pedían a Dios que el clima mejorara. Comenzaron evacuaciones en el estado Falcón.
El 16 de diciembre de 1999, el país se dió cuenta de la magnitud del desastre. El estado Vargas estaba completamente aislado del resto del país. Algunos asambleistas celebraron la victoria del referendum, otros, como Istúriz, pidieron recato.
El 17 de diciembre de 1999, Chávez se drigió a la nación diciendo que se sentía "afectado" por la tragedia. Algunos sobrevivientes reportaron sus terribles vivencias (ver aquí y aquí).
El 24 de diciembre de 1999, los jueces de la nueva Corte Suprema, bautizada "Tribunal Supremo de Justicia" (TSJ) eran juramentados. Habían sido escogidos a dedillo por el llamado "Congresillo", un subconjunto de la Asamblea Constituyente que había tomado las funciones del disuelto Congreso. En medio del desastre, muy pocos eran aquellos que le prestaron atención a tan importante designación. La transición normal que había sido prevista entre la vieja y la nueva Constitución, nunca tuvo lugar debido al estado de emergencia.
Y fue así como, para finales de diciembre, 1999, Venezuela se encontró con una nueva y flamante Constitución y una nueva Corte Suprema de Justicia. Chávez había ganado el primer round en la lucha por el control absoluto del poder. Había habido decenas de miles de muertes, un desastre económico mayor y areas enteras del país por reconstruir. Si el Gobierno hubiese declarado mucho antes el estado de emergencia, parado el referendum y evacuado lo más rápidamente posible las areas afectadas, millares de vidas hubiesen podido ser salvadas. No lo hizo. El gobierno puso su agenda política por encima del bienestar y la seguridad de los Venezolanos.
Para mi, eso se llama negligencia criminal.
La Historia los juzgará.
Jorge Arena
escrito el 14 de febrero del 2005.
publicado en Arena Space y Venezuela News and Views.
Un país que no recuerda, es un país que cae una, otra y otra vez en el mismo error.
Acordándome hoy de la fecha, me acordé también de un viejo post hecho por mi amigo Jorge Arena hace casi 10 años. Jorge detalló los acontecimientos alrededor del referendo constitucional y el deslave de Vargas, buscando noticias originales de cada fecha. Se me ocurrió traducir el post, que aquí les dejo, con todos los links originales, para que queden para siempre en la memoria colectiva.
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Traducción de "Rains and the quest for absolute power: Chronicle of a criminal negligence" escrito por Jorge Arena, traducción de Bruni.
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El evento más trágico que ha sucedido en Venezuela en años recientes fue la muerte de decenas de miles de personas debido a las lluvias y el deslave que tuvo lugar en diciembre de 1999.
Desde el día de su elección, en 1998, el Presidente Hugo Chávez se refirió a la Constitución Venezolana de 1961 como la "moribunda". Incluso, al tomar el poder el 2 de febrero de 1999, Chávez juró sobre la “moribunda” que haría lo que fuera necesario para que Venezuela tuviese una nueva Constitución. La pregunta es ¿Porqué? ¿Qué tenía de errado la Constitución de 1961? No había nada errado. Nada que no pudiese ser cambiado con una enmienda. Había, sin embargo, dos escollos importantes para prevenir el alcance del poder absoluto de Chávez:
1.- La vieja Consitutición imponía un mandato presidencial no-renovable de 5 años.
Un Presidente anterior podía ser re-electo solamente después de diez años de haber finalizado su primer mandato. Chávez necesitaba más tiempo para "realizar" su revoluvión. Su idea era un período presidencial de 6 años, renovable, para poder quedarse 12 años en el poder.
2.-La máxima figura judicial del país era la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados habían sido nombrado por el poder anterior. Chávez entendió que para tener el control total del país, debía crear una nueva Corte y eso sólo era posible creando una nueva Constitución.
En aquel tiempo, Chávez no tenía la mayoría en el Congreso, lo cual era necesario para cualquier enmienda constitucional. Por lo tanto, Chávez rápidamente pasó una ley para llamar a un referendo sobre la creación de una Asamblea Constituyente. Sin tener un verdadero asidero jurídico, la Asamblea Constituyente decidió disolver el Congreso y, en tiempo record, produjo una nueva Constitución que contenía los deseos de Chávez de entonces. La nueva Constitución debía ser aprobada por un Referendum que debía tener lugar en la fecha fatídica del 15 de diciembre de 1999. A continuación pasaré punto por punto sobre las noticias que tuvieron lugar algunos días antes y después del 15 de diciembre de 1999, para recordar la tragedia y el clima político que los Venezolanos estaban viviendo.
El 4 de diciembre de 1999 ya había una emergencia declarada en el Litoral. Había habido muertos, 20 casas y dos arterias mayores habían colapsado. Los vuelos a Maiquetía eran re-ruteados a otros aereopuertos.
El 7 de diciembre de 1999, aquellas personas que habían perdido sus casas pedían ayuda y declaraban que la ayuda del gobierno era marginal. Las autoridades alertaron sobre nuevas lluvias. Tendrían razón.
El 9 de diciembre de 1999, nuevas casas colapsaron. Defensa Civil indicaba que había que evacuar nuevas regiones. Había habido deslaves en todo el estado Vargas. El río Cúpira se había desbordado y pueblos de Miranda también estaban inundados. El 10 de diciembre, 1999, Defensa Civil informó que la emergencia se estaba viviendo en todo el país. Se reportó el colapso de dos puentes en el estado Miranda.
El 12 de diciembre se reportó que muchas casas fueron destruidas en el área metropolitana de Caracas y en Miranda. La situación en Vargas empeoró.
El 13 de diciembre de 1999 las lluvias afectaban a otras 17000 personas. Defensa Civil reportó haber discutido con el CNE para determinar cómo iba a ser posible que los dagnificados pudieran ir a votar el 15 de diciembre, 1999.
El 14 de diciembre de 1999, el gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, declaró el estado de emergencia. Mientras tanto, el Presidente del CNE indició que todo andaba "sobre ruedas" en lo referente al Referendum Constitucional.
El 15 de diciembre, a pesar de las fuertes lluvias, el Presidente Hugo Chávez apareció en televisión pidiéndole a los Venezolanos que fueran masivamente a votar y, además , votar temprano. Dijo que nadie debía dejar de votar debido a las lluvias. Recordó la vieja frase de Simón Bolívar "Si la Naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca". Muchos centros no pudieron abrir y muchos testigos de mesa no pudieron presentarse a causa de la situación de lluvias. Hubo reporte de problemas en varios estados. Miembros del prelado, conjuntamente con la directiva del CNE pedían a Dios que el clima mejorara. Comenzaron evacuaciones en el estado Falcón.
El 16 de diciembre de 1999, el país se dió cuenta de la magnitud del desastre. El estado Vargas estaba completamente aislado del resto del país. Algunos asambleistas celebraron la victoria del referendum, otros, como Istúriz, pidieron recato.
El 17 de diciembre de 1999, Chávez se drigió a la nación diciendo que se sentía "afectado" por la tragedia. Algunos sobrevivientes reportaron sus terribles vivencias (ver aquí y aquí).
El 24 de diciembre de 1999, los jueces de la nueva Corte Suprema, bautizada "Tribunal Supremo de Justicia" (TSJ) eran juramentados. Habían sido escogidos a dedillo por el llamado "Congresillo", un subconjunto de la Asamblea Constituyente que había tomado las funciones del disuelto Congreso. En medio del desastre, muy pocos eran aquellos que le prestaron atención a tan importante designación. La transición normal que había sido prevista entre la vieja y la nueva Constitución, nunca tuvo lugar debido al estado de emergencia.
Y fue así como, para finales de diciembre, 1999, Venezuela se encontró con una nueva y flamante Constitución y una nueva Corte Suprema de Justicia. Chávez había ganado el primer round en la lucha por el control absoluto del poder. Había habido decenas de miles de muertes, un desastre económico mayor y areas enteras del país por reconstruir. Si el Gobierno hubiese declarado mucho antes el estado de emergencia, parado el referendum y evacuado lo más rápidamente posible las areas afectadas, millares de vidas hubiesen podido ser salvadas. No lo hizo. El gobierno puso su agenda política por encima del bienestar y la seguridad de los Venezolanos.
Para mi, eso se llama negligencia criminal.
La Historia los juzgará.
Jorge Arena
escrito el 14 de febrero del 2005.
publicado en Arena Space y Venezuela News and Views.
Sunday, November 30, 2014
De ciencia, tecnología y la importancia de un cambio de nombre
Hace unos años, por alguna razón que desconozco, me nombraron para que formara parte de un foro para discutir, con 99 otras personas, sobre el futuro de la Provincia de Québec. Fue una ocasión especial en la que nos juntaban con personas conocidas o desconocidas, que nada tenían que ver con nuestro ecosistema habitual. En mi mesa había una propietaria de guardería de una ciudad de provincia, un conocido hombre de negocios, un político municipal, un dirigente ecologista y una estudiante de sociología.
Aunque podría hacer un post a parte sobre la experiencia, la menciono en estos momentos por una constatación que tuve con las discusiones que llevábamos a cabo: el común de la gente no sabe hacer la distinción entre ciencia y tecnología, entre investigación e implementación o entre creación y consumo de tecnología. Por ejemplo, cuando yo trataba de indicar que era necesario hacer investigación en telecomunicaciones porque había el peligro de perder el liderazgo en el área, me decían que porqué, si todo el mundo comenzaba a tener un teléfono celular....
La discusión la he tenido en otras plataformas, generalmente guiadas por políticos, que no entienden la diferencia. En una oportunidad, hasta tuve que explicarle a un periodista de qué se trataba el meollo del asunto.
Pues bien, ¿Cuál es la diferencia? Qué es ciencia, qué es technología, qué es creación y qué es consumo?
En mi opinión, la ciencia es un prealable a la tecnología: en otras palabras, no se puede crear tecnología sin antes haber hecho ciencia. ¿Cuál ciencia? La respuesta no sólo no es única, sino que es más bien múltiple por su naturaleza misma. Por ejemplo, alguien alguna vez hizo una constatación sobre un fenómeno físico o biológico, que luego fue capturado por algún computista teórico que creaba algorithmos, que luego fueron utilizados en millares de problemas, algunos de los cuales están comprendidos dentro de los aparatos o aplicaciones telefónicos, o dentro de los sistemas que optimizan los movimientos financieros, o crean los horarios de personal en los hospitales, o garantizan que los aviones lleguen a tiempo, o indican cuál es el centro de datos que consume menos energía, o mejoran sistemas de resonancia magnética, o guían robots que explorarán Marte, etc. etc. En pocas palabras, las posibilidades son infinitas y, generalmente, no son necesariamente imaginables por la primera persona que se dedicó a hacer ciencia.
La contrapartida es que muchas veces, la ciencia necesita tecnología: computadores, refrigeradores, aparatos de medida, aparatos de comunicación, microscopios, sensores, etc etc. Y lo interesante es que a veces esa necesidad científica causa los hallazgos tecnológicos más importantes. El gran ejemplo de éllo es la web, el protocolo www, inicialmente creado por Tim Berners-Lee para ayudar a los físicos del CERN a organizar sus datos científicos.
La ciencia no tiene porqué tener una finalidad. Es ciencia y punto y, como tal, queda ahí hasta que alguien se interese en ella ya sea para hacer más ciencia, o para resolver algún problema tecnológico. Un ejemplo que me encanta es el de los criptógrafos que durante años se partieron la cabeza pensando cómo se podía distribuir las llaves de encripción con absoluta seguridad...no fue hasta que se pensó en la Teoría de números, que se pudo encontrar la clave para una distribución asegurada. El método dió lugar a una gran parte de los sistemas de confidencialidad y autentificación que tenemos actualmente para hacer, a veces, cosas tan banales como comprar en línea.
La noticia del cambio de nombre y subsecuente cambio de estatuto del Ivic, aprobados por la Asamblea Nacional, me hizo recordar el famoso foro.
El link de la noticia indica que el diputado que hizo la propuesta de cambio indicó que la ciencia no estará confinada a los laboratorios y que el pueblo y las comunidades construirán elementos tecnológicos para la transformación del país. Se dijo igualmente que el nuevo organismo iba a "democratizar" toda la ciencia que se produzca. Yo pregunto al diputado, ¿Qué significa democratizar la ciencia? ¿Acaso hay alguna elección para decidir cuáles son los teoremas que se van a tratar en primera instancia?¿Acaso el común de los mortales puede tener idea de que un teorema de teoría de números le permitirá comprar un celular más barato por Internet?¿O saber cuál, entre tantos métodos, es el que finalmente dará con la cura contra el cáncer que padece un familiar?¿O cuál, entre nuevos métodos estadísticos, es el mejor para acelerar la puesta en servicio de nuevas vacunas?
El común de los mortales no puede saberlo, porque, simplemente, ni siquiera el científico que le ha dedicado la vida a uno solo de esos problemas es capaz de saberlo.
Cuando leo, además, que de repente el Instituto se transforma para construir elementos tecnológicos, no puedo menos que hacerme la pregunta de qué tecnología se trata. Tecnología sin ciencia, no es de la tecnología que se crea, que se licencia o que se vende, sino de la que se compra y se consume. Por ejemplo, ese tipo de tecnología no es la que es capaz de crear un nuevo tipo de funcionalidad de teléfonos que sean novedad en el mundo, sino la que sirve para ensemblar teléfonos y hacer aplicaciones banales inmediatas.
Venezuela cambia Ciencia por Ideología.
Aunque podría hacer un post a parte sobre la experiencia, la menciono en estos momentos por una constatación que tuve con las discusiones que llevábamos a cabo: el común de la gente no sabe hacer la distinción entre ciencia y tecnología, entre investigación e implementación o entre creación y consumo de tecnología. Por ejemplo, cuando yo trataba de indicar que era necesario hacer investigación en telecomunicaciones porque había el peligro de perder el liderazgo en el área, me decían que porqué, si todo el mundo comenzaba a tener un teléfono celular....
La discusión la he tenido en otras plataformas, generalmente guiadas por políticos, que no entienden la diferencia. En una oportunidad, hasta tuve que explicarle a un periodista de qué se trataba el meollo del asunto.
Pues bien, ¿Cuál es la diferencia? Qué es ciencia, qué es technología, qué es creación y qué es consumo?
En mi opinión, la ciencia es un prealable a la tecnología: en otras palabras, no se puede crear tecnología sin antes haber hecho ciencia. ¿Cuál ciencia? La respuesta no sólo no es única, sino que es más bien múltiple por su naturaleza misma. Por ejemplo, alguien alguna vez hizo una constatación sobre un fenómeno físico o biológico, que luego fue capturado por algún computista teórico que creaba algorithmos, que luego fueron utilizados en millares de problemas, algunos de los cuales están comprendidos dentro de los aparatos o aplicaciones telefónicos, o dentro de los sistemas que optimizan los movimientos financieros, o crean los horarios de personal en los hospitales, o garantizan que los aviones lleguen a tiempo, o indican cuál es el centro de datos que consume menos energía, o mejoran sistemas de resonancia magnética, o guían robots que explorarán Marte, etc. etc. En pocas palabras, las posibilidades son infinitas y, generalmente, no son necesariamente imaginables por la primera persona que se dedicó a hacer ciencia.
La contrapartida es que muchas veces, la ciencia necesita tecnología: computadores, refrigeradores, aparatos de medida, aparatos de comunicación, microscopios, sensores, etc etc. Y lo interesante es que a veces esa necesidad científica causa los hallazgos tecnológicos más importantes. El gran ejemplo de éllo es la web, el protocolo www, inicialmente creado por Tim Berners-Lee para ayudar a los físicos del CERN a organizar sus datos científicos.
La ciencia no tiene porqué tener una finalidad. Es ciencia y punto y, como tal, queda ahí hasta que alguien se interese en ella ya sea para hacer más ciencia, o para resolver algún problema tecnológico. Un ejemplo que me encanta es el de los criptógrafos que durante años se partieron la cabeza pensando cómo se podía distribuir las llaves de encripción con absoluta seguridad...no fue hasta que se pensó en la Teoría de números, que se pudo encontrar la clave para una distribución asegurada. El método dió lugar a una gran parte de los sistemas de confidencialidad y autentificación que tenemos actualmente para hacer, a veces, cosas tan banales como comprar en línea.
La noticia del cambio de nombre y subsecuente cambio de estatuto del Ivic, aprobados por la Asamblea Nacional, me hizo recordar el famoso foro.
El link de la noticia indica que el diputado que hizo la propuesta de cambio indicó que la ciencia no estará confinada a los laboratorios y que el pueblo y las comunidades construirán elementos tecnológicos para la transformación del país. Se dijo igualmente que el nuevo organismo iba a "democratizar" toda la ciencia que se produzca. Yo pregunto al diputado, ¿Qué significa democratizar la ciencia? ¿Acaso hay alguna elección para decidir cuáles son los teoremas que se van a tratar en primera instancia?¿Acaso el común de los mortales puede tener idea de que un teorema de teoría de números le permitirá comprar un celular más barato por Internet?¿O saber cuál, entre tantos métodos, es el que finalmente dará con la cura contra el cáncer que padece un familiar?¿O cuál, entre nuevos métodos estadísticos, es el mejor para acelerar la puesta en servicio de nuevas vacunas?
El común de los mortales no puede saberlo, porque, simplemente, ni siquiera el científico que le ha dedicado la vida a uno solo de esos problemas es capaz de saberlo.
Cuando leo, además, que de repente el Instituto se transforma para construir elementos tecnológicos, no puedo menos que hacerme la pregunta de qué tecnología se trata. Tecnología sin ciencia, no es de la tecnología que se crea, que se licencia o que se vende, sino de la que se compra y se consume. Por ejemplo, ese tipo de tecnología no es la que es capaz de crear un nuevo tipo de funcionalidad de teléfonos que sean novedad en el mundo, sino la que sirve para ensemblar teléfonos y hacer aplicaciones banales inmediatas.
Venezuela cambia Ciencia por Ideología.
Tuesday, November 11, 2014
Cien años
Hoy es el día del recuerdo, para conmemorar los cien años de la gran guerra. En Canadá, llevamos unas amapolas rojas, para recordar a los combatientes, oimos por la radio historias increibles de jóvenes de diecinueve años que se enlistaban para ir a combatir en nombre de la Reina y mujeres de veinte años para hacer de enfermeras en un idioma que no era el de ellas. Los recuentos indican que no temían morir porque sabían que "la causa era justa". Al oir la frase, me pregunto, ¿Cómo sabían que la causa era justa? ¿Cómo sabían que no se trataba de una confluencia de potencias a ver quien pescaba en río revuelto?
Wikipedia dice que la Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos más sangrientos de la historia: 9 millones de soldados y 7 millones de civiles murieron en ella. Sin embargo, qué poco sabemos de ella. De niña, en Italia, leía que un archiduque había sido asesinado y que, de alguna manera, la Primera Guerra tenía que ver con la recuperación de tierras nórdicas que los malvados austríacos le habían robado a Italia. Siempre me pregunté qué tenía que ver el archiduque con los austríacos, y porqué la muerte de uno desencadenó una guerra donde murieron millones y millones de personas.
Sinceramente, después de tantos años, aún no tengo la respuesta.
Es una guerra de la que desconozco el enemigo verdadero y la razón por la cual se enviaron tantos muchachos a que se mataran. Quizás sea así para todas las guerras: lo que parece importante, justo, inminente ahora, resulta incomprensible en cien años.
Pero soy injusta, porque la guerra haya sido incomprensible no significa que no haya tenido legado. El legado de esa guerra fue hacerle entender al mundo lo que una guerra moderna significa realmente. Después de la guerra, crearon la Sociedad de Naciones, para que algo semejante no volviese a suceder. Fueron deseos piadoso, pero, al fin y al cabo, sí se creó una conciencia colectiva, a muy alto precio.
Mi abuelo luchó en ella. A los diecinueve años se enlistó en la marina y luchó dentro de un submarino en las costas mediterráneas. El sólo pensar hoy en día en entrar a un submarino me horroriza, imagínense hacerlo en la lata de sardinas que debía ser el submarino italiano en 1914.
En su honor, re-copio aquí abajo un viejo post que le hice en el 2007.
El día de invierno está gris, pero a pesar de la sacrosanta camiseta de lana que mi abuela me obliga a ponerme desde el inicio del Otoño, o quizás, gracias a ella, yo no siento nada de frío. Mi nonno, un hombrecito calvo, serio, escueto y encorvado por la edad, de incisivos ojos azules y nariz aguileña, me toma de la mano y me indica, a la salida del parque, que vayamos a la Panadería.
El parque queda a unas cuadras del apartamento de tres cuartos, donde mis abuelos criaron a sus siete hijos. El parque está dentro de una antigua villa romana, que yo no aprenderé a apreciar sino muchos años después cuando me quedaré impresionada que esos tesoros escondidos puedan existir en la ciudad eterna . Por el momento, el único interés que la villa tiene para mi es ese espacio colorido de columpios y tubos de juegos que a alguien se le ocurrió poner al lado de las antiguas estatuas para divertir a los niños romanos modernos. Mi nonno me lleva todos los días, a la salida del colegio. Me deja que me monte en los columpios, a pesar de que sabe que ensucio il grembiule, la batita de escuela, y me hace montarme en un burrito que recorre el parque con una carreta cargada de niños.
El burrito es suave y dócil y a mi me da mucha ternura, en particular desde que una de mis amiguitas de escuela me explicó que era de los burritos que sacaban las mortadelas. Yo no se si creerle o no, pero, por si acaso, he dejado de comer mortadela durante semanas y cada vez que puedo le paso la mano por la cabeza al pobre burrito destinado a ser charcutería.
Mi nonno poco habla y, cuando lo hace, utiliza a veces términos del dialecto de su pueblo que, con la edad y la soledad, se le han ido confundiendo con el italiano impecable que, según mi abuela, debería siempre hablar delante de nosotros.
Es por eso que no lo entiendo, al principio, cuando me indica que me lleva a la Panadería porque me va a hacer probar « un maritozzo » , pienso que se trata de uno de esos términos de el, que sólo mi abuela conoce. De esos que saca de repente, cuando, pensativo, dice algo al final del almuerzo, antes de irse a la cocina a preparar el café, que es una de las tareas que mi abuela le tiene asignada.
Dicen que mi nonno prepara el mejor café de la familia. Además, compra el pan y el vino, busca el aceite y las conservas en la bodega del apartamento y nos acompaña a mi hermano y a mi al colegio. A mi esas tareas me tienen sin cuidado.Yo no tomo café, salvo una leche coloreada que mi nonna me prepara en las mañanas como desayuno. Tampoco tengo edad para tomar vino puro, así que me dan una bebida que a mi no me hace gracia que consiste en vino rojo diluido con mucha agua. Además, no he asociado todavía el espeso aceite de oliva traido del sur que mi abuelo guarda celosamente en grandes garrafas en las temperadas bodegas del edificio, con la rica cocina de mi abuela, que yo doy por descontada. En cuanto a ir al colegio, a mi mas bien me fastidia un poco su ritmo lento de caminar y su cara seria, siempre taciturna, que tanto contrasta con los ojos pícaros y la sonrisa vivaz de mi abuela.
Mi nonno hace todas las tareas conciensiosamente y sin rechistar, salvo la compra del pan, porque como vivió las dos guerras, nunca quiere que botemos las rosetas viejas. Cada vez que mi abuela le pide dos nuevas rosetas para el almuerzo, se indigna discretamente, le dice que las de ayer están buenas y le recuerda las colas de medio día que tenía que hacer para buscar la ración asignada a su numerosa familia durante la guerra. Es el único momento del día en el que lo oigo entablar una conversación completa. Mi nonna se ríe, me guiña el ojo pícaramente y le ordena :
« Vai, vai »
Como es costumbre, mi nonno obedece lentamente, se pone el sombrero y el abrigo de lana y se asegura de que tiene las diez liras de ida y las diez de regreso que se necesitan para accionar el mecanismo del ascensor de cuatro puertas que el condominio acaba de instalar en el viejo edificio.
A pesar de las idas cotidianas a la escuela y al parque, de todos los parientes que se ocupan de mi hermano y de mi en nuestra estadía romana, el que me parece menos interesante es sin lugar a dudas mi nonno. El pobre no tiene la vivaciadad ni la ternura de mi abuela, no me hace cómplice de sus amores llevándome a escondidas a la feria de diversiones con la novia malquerida como hace mi tío más joven, no me enseña, como mi tía química, cómo cambian los fuegos de colores , no me explica los sistemas de gobierno o me trata de enseñar la diferencia entre los liberales y los republicanos en las elecciones venideras, como lo hace mi tío el político. Mi nonno todo lo que hace es asegurarse cada vez que salimos si llevo puesta la camiseta de lana, para que no me de una pulmonía, y camina lentamente de la casa al colegio, al parque, y luego a la casa.
Por eso es que no entiendo cuando me indica que vayamos a la panadería. No a buscar una de esas rosetas que según el no hacen falta, sino a hacerme probar un maritozzo. Le doy la mano y mientras emprendemos el camino insólito me va contando las únicas historias que vale la pena oirle : cómo se iluminó su pueblo de fuegos artificiales cuando llegó el siglo y cómo fue que en el submarino donde le había tocado luchar en la primera guerra mundial, el capitán lo obligaba a disparar en un instante preciso y « pouff » tocaban el barco del enemigo. Por primera vez el azul de los ojos se le ilumina con el recuerdo y, sin darse cuenta, lejos del oido inquisidor de mi abuela, me empieza a hablar en dialecto.
Entramos a la pequeña panadería. El viejo panadero hace una muestra de reconocimiento, indaga si soy la hija de mi papá, y le pregunta al nonno si quiere dos rosetas.
-No, hoy no, hoy vine a buscar un maritozzo para la nieta.
El panadero se va a la parte de atrás, y regresa con lo que parece un pancito relleno de crema. Lo pruebo. En el acto, la pasta se deshace en mi boca y el dulce apenas perceptible se va mezclando con la suavidad de la espesa crema batida.
Años después, en Montreal, mi amigo Guy me dirá que el paraiso debe ser comer crema batida cucharada trás cucharada, sin cansarse nunca, como que si cada cucharada fuese siepre la primera. Guy tendría razón.
Yo ya había conocido la crema batida en las esponjosas tortas de fresas con crema de la panadería El Parque que mi mamá compraba para cada cumpleaños, pero nunca antes había experimentado esa mezcla de pasta de briocha seca con la ligereza untuosa de la crema. Un paraiso asombrosamente sencillo, pero paraiso al fin que se abría a mis papilas gustativas por la primera vez en aquella pequeña panadería de barrio romano.
A partir de allí, de vez en cuando, casi que a menudo, pero siempre serio, siempre escueto y siempre sin una palabra, mi nonno se presentaba sin rosetas pero con unos papeles encerados que contenían un maritozzo para la nieta que ya no comía mortadela.
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Los maritozzi se habían perdido de mi memoria, nunca mas los recordé hasta una tarde reciente en que por alguna razón desconocida volvieron a mi mente. Abrí firefox, tipeé el término y por la magia de Google caí en un sitio italiano de recetas romanas. Saqué mi pesa de cocina, la harina, y la levadura y me dispuse a amasar para recuperar mis papilas de recuerdos.
El resultado fue perfecto. La resequedad de la pasta contrastaba perfectamente con la suavidad y la dulzura de la crema.
Mientras saboreaba el maritozzo, era una parte de mi infancia que veía pasar en technicolor y en cada bocado, el rompecabeza de los detalles que en aquellos momentos infantiles no fueron importantes se fue construyendo.
Desde entonces, los maritozzi han dejado de ser intrascendentes.
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La receta comentada en la Apostilla.
Wikipedia dice que la Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos más sangrientos de la historia: 9 millones de soldados y 7 millones de civiles murieron en ella. Sin embargo, qué poco sabemos de ella. De niña, en Italia, leía que un archiduque había sido asesinado y que, de alguna manera, la Primera Guerra tenía que ver con la recuperación de tierras nórdicas que los malvados austríacos le habían robado a Italia. Siempre me pregunté qué tenía que ver el archiduque con los austríacos, y porqué la muerte de uno desencadenó una guerra donde murieron millones y millones de personas.
Sinceramente, después de tantos años, aún no tengo la respuesta.
Es una guerra de la que desconozco el enemigo verdadero y la razón por la cual se enviaron tantos muchachos a que se mataran. Quizás sea así para todas las guerras: lo que parece importante, justo, inminente ahora, resulta incomprensible en cien años.
Pero soy injusta, porque la guerra haya sido incomprensible no significa que no haya tenido legado. El legado de esa guerra fue hacerle entender al mundo lo que una guerra moderna significa realmente. Después de la guerra, crearon la Sociedad de Naciones, para que algo semejante no volviese a suceder. Fueron deseos piadoso, pero, al fin y al cabo, sí se creó una conciencia colectiva, a muy alto precio.
Mi abuelo luchó en ella. A los diecinueve años se enlistó en la marina y luchó dentro de un submarino en las costas mediterráneas. El sólo pensar hoy en día en entrar a un submarino me horroriza, imagínense hacerlo en la lata de sardinas que debía ser el submarino italiano en 1914.
En su honor, re-copio aquí abajo un viejo post que le hice en el 2007.
Maritozzis intrascendentes
El día de invierno está gris, pero a pesar de la sacrosanta camiseta de lana que mi abuela me obliga a ponerme desde el inicio del Otoño, o quizás, gracias a ella, yo no siento nada de frío. Mi nonno, un hombrecito calvo, serio, escueto y encorvado por la edad, de incisivos ojos azules y nariz aguileña, me toma de la mano y me indica, a la salida del parque, que vayamos a la Panadería.
El parque queda a unas cuadras del apartamento de tres cuartos, donde mis abuelos criaron a sus siete hijos. El parque está dentro de una antigua villa romana, que yo no aprenderé a apreciar sino muchos años después cuando me quedaré impresionada que esos tesoros escondidos puedan existir en la ciudad eterna . Por el momento, el único interés que la villa tiene para mi es ese espacio colorido de columpios y tubos de juegos que a alguien se le ocurrió poner al lado de las antiguas estatuas para divertir a los niños romanos modernos. Mi nonno me lleva todos los días, a la salida del colegio. Me deja que me monte en los columpios, a pesar de que sabe que ensucio il grembiule, la batita de escuela, y me hace montarme en un burrito que recorre el parque con una carreta cargada de niños.
El burrito es suave y dócil y a mi me da mucha ternura, en particular desde que una de mis amiguitas de escuela me explicó que era de los burritos que sacaban las mortadelas. Yo no se si creerle o no, pero, por si acaso, he dejado de comer mortadela durante semanas y cada vez que puedo le paso la mano por la cabeza al pobre burrito destinado a ser charcutería.
Mi nonno poco habla y, cuando lo hace, utiliza a veces términos del dialecto de su pueblo que, con la edad y la soledad, se le han ido confundiendo con el italiano impecable que, según mi abuela, debería siempre hablar delante de nosotros.
Es por eso que no lo entiendo, al principio, cuando me indica que me lleva a la Panadería porque me va a hacer probar « un maritozzo » , pienso que se trata de uno de esos términos de el, que sólo mi abuela conoce. De esos que saca de repente, cuando, pensativo, dice algo al final del almuerzo, antes de irse a la cocina a preparar el café, que es una de las tareas que mi abuela le tiene asignada.
Dicen que mi nonno prepara el mejor café de la familia. Además, compra el pan y el vino, busca el aceite y las conservas en la bodega del apartamento y nos acompaña a mi hermano y a mi al colegio. A mi esas tareas me tienen sin cuidado.Yo no tomo café, salvo una leche coloreada que mi nonna me prepara en las mañanas como desayuno. Tampoco tengo edad para tomar vino puro, así que me dan una bebida que a mi no me hace gracia que consiste en vino rojo diluido con mucha agua. Además, no he asociado todavía el espeso aceite de oliva traido del sur que mi abuelo guarda celosamente en grandes garrafas en las temperadas bodegas del edificio, con la rica cocina de mi abuela, que yo doy por descontada. En cuanto a ir al colegio, a mi mas bien me fastidia un poco su ritmo lento de caminar y su cara seria, siempre taciturna, que tanto contrasta con los ojos pícaros y la sonrisa vivaz de mi abuela.
Mi nonno hace todas las tareas conciensiosamente y sin rechistar, salvo la compra del pan, porque como vivió las dos guerras, nunca quiere que botemos las rosetas viejas. Cada vez que mi abuela le pide dos nuevas rosetas para el almuerzo, se indigna discretamente, le dice que las de ayer están buenas y le recuerda las colas de medio día que tenía que hacer para buscar la ración asignada a su numerosa familia durante la guerra. Es el único momento del día en el que lo oigo entablar una conversación completa. Mi nonna se ríe, me guiña el ojo pícaramente y le ordena :
« Vai, vai »
Como es costumbre, mi nonno obedece lentamente, se pone el sombrero y el abrigo de lana y se asegura de que tiene las diez liras de ida y las diez de regreso que se necesitan para accionar el mecanismo del ascensor de cuatro puertas que el condominio acaba de instalar en el viejo edificio.
A pesar de las idas cotidianas a la escuela y al parque, de todos los parientes que se ocupan de mi hermano y de mi en nuestra estadía romana, el que me parece menos interesante es sin lugar a dudas mi nonno. El pobre no tiene la vivaciadad ni la ternura de mi abuela, no me hace cómplice de sus amores llevándome a escondidas a la feria de diversiones con la novia malquerida como hace mi tío más joven, no me enseña, como mi tía química, cómo cambian los fuegos de colores , no me explica los sistemas de gobierno o me trata de enseñar la diferencia entre los liberales y los republicanos en las elecciones venideras, como lo hace mi tío el político. Mi nonno todo lo que hace es asegurarse cada vez que salimos si llevo puesta la camiseta de lana, para que no me de una pulmonía, y camina lentamente de la casa al colegio, al parque, y luego a la casa.
Por eso es que no entiendo cuando me indica que vayamos a la panadería. No a buscar una de esas rosetas que según el no hacen falta, sino a hacerme probar un maritozzo. Le doy la mano y mientras emprendemos el camino insólito me va contando las únicas historias que vale la pena oirle : cómo se iluminó su pueblo de fuegos artificiales cuando llegó el siglo y cómo fue que en el submarino donde le había tocado luchar en la primera guerra mundial, el capitán lo obligaba a disparar en un instante preciso y « pouff » tocaban el barco del enemigo. Por primera vez el azul de los ojos se le ilumina con el recuerdo y, sin darse cuenta, lejos del oido inquisidor de mi abuela, me empieza a hablar en dialecto.
Entramos a la pequeña panadería. El viejo panadero hace una muestra de reconocimiento, indaga si soy la hija de mi papá, y le pregunta al nonno si quiere dos rosetas.
-No, hoy no, hoy vine a buscar un maritozzo para la nieta.
El panadero se va a la parte de atrás, y regresa con lo que parece un pancito relleno de crema. Lo pruebo. En el acto, la pasta se deshace en mi boca y el dulce apenas perceptible se va mezclando con la suavidad de la espesa crema batida.
Años después, en Montreal, mi amigo Guy me dirá que el paraiso debe ser comer crema batida cucharada trás cucharada, sin cansarse nunca, como que si cada cucharada fuese siepre la primera. Guy tendría razón.
Yo ya había conocido la crema batida en las esponjosas tortas de fresas con crema de la panadería El Parque que mi mamá compraba para cada cumpleaños, pero nunca antes había experimentado esa mezcla de pasta de briocha seca con la ligereza untuosa de la crema. Un paraiso asombrosamente sencillo, pero paraiso al fin que se abría a mis papilas gustativas por la primera vez en aquella pequeña panadería de barrio romano.
A partir de allí, de vez en cuando, casi que a menudo, pero siempre serio, siempre escueto y siempre sin una palabra, mi nonno se presentaba sin rosetas pero con unos papeles encerados que contenían un maritozzo para la nieta que ya no comía mortadela.
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Los maritozzi se habían perdido de mi memoria, nunca mas los recordé hasta una tarde reciente en que por alguna razón desconocida volvieron a mi mente. Abrí firefox, tipeé el término y por la magia de Google caí en un sitio italiano de recetas romanas. Saqué mi pesa de cocina, la harina, y la levadura y me dispuse a amasar para recuperar mis papilas de recuerdos.
El resultado fue perfecto. La resequedad de la pasta contrastaba perfectamente con la suavidad y la dulzura de la crema.
Mientras saboreaba el maritozzo, era una parte de mi infancia que veía pasar en technicolor y en cada bocado, el rompecabeza de los detalles que en aquellos momentos infantiles no fueron importantes se fue construyendo.
Desde entonces, los maritozzi han dejado de ser intrascendentes.
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La receta comentada en la Apostilla.
Monday, October 06, 2014
Una caricatura
El asesinato de Robert Serra sigue dominando el tono del gobierno. A falta de detalles y de pruebas contundentes, el comportamiento oficial ha sido el de insultar e inculpar de manera indiscriminada. Eso lo supimos desde el primer momento, como hice valer en mi post anterior.
Pero lo que ha sucedido con la caricatura de Weil, va más allá que el insulto, es litarlmente un complot.
El fin de semana del entierro de Robert Serra, aparece en Internet una caricatura de Weil mostrando un velorio en el que el muerto y los asistentes son todos ratas. Cuando vi la caricatura, mi primera impresión fue que a Weil, a quien admiro como artista y caricaturista, se le había pasado la mano. En el contexto de la muerte de Serra la caricatura era cruel y de mal gusto. Unos minutos después, leí en un twitt del autor que se trataba de una caricatura vieja, que él había consignado dos semanas antes y que, dada la casualidad de la tragedia de Serra, había decidido no sacar la caricatura en el periódico dominical, de común acuerdo con los editores.
Sin embargo, la caricatura salió al aire, alguien la publicó en Internet justo en los momentos en los que se hablaba del entierro de Serra. La respuesta oficial no se hizo esperar. Los insultos directos hacia Weil hacían caso omiso del hecho que el caricaturista había dado sus explicaciones sobre la publicación.
Es más, una vez dado el desmentido por parte de Weil, los personeros del gobierno siguieron insistiendo, implicando que era demasiada casualidad y que si la caricatura tenía dos semanas, habría que investigar al caricaturista por sus dotes de clarividente. Parece olvidárseles a los gobernantes que los velorios son tristemente comunes en Venezuela.
La saga no termina allí: hoy nos enteramos que por órdenes superiores Últimas Noticias despidió a Weil.
Mis preguntas son las siguientes:
¿Quién sacó la caricatura al aire?¿Porqué?
Claramente, después de la despedida de Rayma de El Universal, la caricatura del velorio le da una excusa perfecta al gobierno para vengarse del otro gran crítico caricaturista ¿Se trataría entonces de una maniobra de oportunismo del gobierno para sacarse a Weil de encima?¿O es una reacción de tripas, sin mucho sentido común, como muchas de las reacciones de los que componen el gonierno?
Una cosa está clara: la caricatura salió al público y eso no fue inocente. Por una razón o por otra, alguien estaba interesado en que se inculpara a Weil.
Pero lo que ha sucedido con la caricatura de Weil, va más allá que el insulto, es litarlmente un complot.
El fin de semana del entierro de Robert Serra, aparece en Internet una caricatura de Weil mostrando un velorio en el que el muerto y los asistentes son todos ratas. Cuando vi la caricatura, mi primera impresión fue que a Weil, a quien admiro como artista y caricaturista, se le había pasado la mano. En el contexto de la muerte de Serra la caricatura era cruel y de mal gusto. Unos minutos después, leí en un twitt del autor que se trataba de una caricatura vieja, que él había consignado dos semanas antes y que, dada la casualidad de la tragedia de Serra, había decidido no sacar la caricatura en el periódico dominical, de común acuerdo con los editores.
Sin embargo, la caricatura salió al aire, alguien la publicó en Internet justo en los momentos en los que se hablaba del entierro de Serra. La respuesta oficial no se hizo esperar. Los insultos directos hacia Weil hacían caso omiso del hecho que el caricaturista había dado sus explicaciones sobre la publicación.
Es más, una vez dado el desmentido por parte de Weil, los personeros del gobierno siguieron insistiendo, implicando que era demasiada casualidad y que si la caricatura tenía dos semanas, habría que investigar al caricaturista por sus dotes de clarividente. Parece olvidárseles a los gobernantes que los velorios son tristemente comunes en Venezuela.
La saga no termina allí: hoy nos enteramos que por órdenes superiores Últimas Noticias despidió a Weil.
Mis preguntas son las siguientes:
¿Quién sacó la caricatura al aire?¿Porqué?
Claramente, después de la despedida de Rayma de El Universal, la caricatura del velorio le da una excusa perfecta al gobierno para vengarse del otro gran crítico caricaturista ¿Se trataría entonces de una maniobra de oportunismo del gobierno para sacarse a Weil de encima?¿O es una reacción de tripas, sin mucho sentido común, como muchas de las reacciones de los que componen el gonierno?
Una cosa está clara: la caricatura salió al público y eso no fue inocente. Por una razón o por otra, alguien estaba interesado en que se inculpara a Weil.
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