No soy estadística, soy ingeniero. Quiero dejar en claro que el profesor de estadísticas ese que anda por allí con mi misma inicial y mi mismo apellido no soy yo, es mi hermano B..bueno, uno de mis hermanos B, ya que mi padre, con un extraño sentido del humor, nos puso a todos un nombre que comenzara por B. Pero afortunadamente, los dos últimos B tienen segundos nombres, y, además, son abogados, así que en cosas de ciencias, somos sólo B y yo.
Pero, por favor, no nos confundan.
¿Porqué? Pues porque ser estadístico y, en particular, profesor o investigador en estadísticas, se ha convertido, en la era Chavista, en una verdadera amenaza. Tal parece que los estadísticos son los nuevos brujos que asustan al gobierno montando un aquelarre matemático. Hay que tenerles miedo y echarlos a la hoguera de vez en cuando. De hecho, cada vez que puede, Chávez se les aparece con un crucifijo en Alo Presidente, a ver si los espanta y se exilan toditos de una vez por todas.
Le falta muy poco para lograrlo.
La relación del gobierno de Chávez con las estadísticas ha sido efectivamente tormentosa. No hablemos de las estadísticas de malaria, de anemia, ni las de los índices de pobreza. Limitémonos al CNE. Primero, cuando la verificación de firmas para convocar al revocatorio, el CNE se negó terminantemente a que se usaran estadísticas. Nada de brujerías, dijeron, queremos verificar toditas las firmas, una por una. Los tests, las muestras, los modelos….no querían saber nada de eso, así que eso fue ..¡A verificar se ha dicho!
Por otro lado, cuando hubo que hacer el Referendo, allí si las estadísticas eran importantes. De repente salían los médicos, abogados, historiadores y politólogos que dirigían al CNE explicándoles a los estadísticos y a todos los demás venezolanos que no había que auditar más de 1% de las cajas para tener una certeza absoluta de que la auditoria reflejaba fielmente el resultado presentado por las máquinas. Pero con todo y eso, los estadísticos, tercos, no estaban muy seguros de las discrepancias con los exits polls ni con la manera como la auditoria se había llevado a cabo, y comenzaron a sacar estudios y más estudios que mostraban, con estadísticas, cómo los resultados obtenidos no concordaban..estadísticamente. ¡Ah! Pero por supuesto, según el CNE, esas estadísticas no valen, porque no prueban con 100% de certeza que los resultados del RR sean inconsistentes.
Eso sí, nunca nos abrieron las cajas, porque bastaban las estadísticas para convencernos.
Recientemente, el CNE volvió a la carga. Tras ser nombrados, los nuevos rectores, que esta vez son sociólogos, politólogos e historiadores, se apresuraron en asegurarnos de nuevo que las angustias de la mayoría de la población sobre la apertura de las cajas no tienen fundamento, porque, sin lugar a dudas, abrir más del 3% de la cajas no tiene sentido …estadísticamente [1],[2],[3].
El hecho de que, estadísticamente también, una fuerte proporción de la población no crea en el CNE, parecía dejarlos sin cuidado. ¡Que los Venezolanos aprendan estadísticas! Nos mandaron a decir.
Mientras tanto, los rectores de tres Universidades que saben mucho de estadísticas asomaron una propuesta estadística al CNE: vamos a auditar su registro electoral y vamos a cruzar los datos con otras estadísticas civiles. Queremos saber si, estadísticamente, el tipo y número de votantes concuerda con la demografía. Queremos darle confianza al electorado. Queremos indagar hasta qué punto las discrepancias entre el registro y los datos poblacionales pueden influenciar significativamente el resultado de una elección. Y queremos hacerlo cruzando datos locales. Además, queremos crear modelos estadísticos para investigar los sitios de mayor problema dentro del registro electoral.
¡Herejía! Gritó entonces el CNE. Tratar de concordar estadísticas demográficas con el registro electoral?¿ Cómo pretenden algo por el estilo? ¿Porqué quieren utilizar estadísticas? ¿Porqué comparar patrones de elementos que, evidentemente, no tienen nada que ver, como el número de nacionalizados y cedulados recientes y el número de nuevos inscritos en el registro de votantes?¿Acaso la gente que se nacionaliza puede ir a votar? ¿Acaso la cédula se necesita para inscribirse en el registro? ¿Y, además, porqué estudiar los datos a niveles locales? ¿Acaso la mayoría de la gente se inscribe y vive en el mismo sitio?¡No! ¡Nunca! Todo debe ser a nivel global, nacional.¿Porqué crear modelos que puedan mostrar nada estadísticamente? ¡Rápido! ¡Rápido! Traigan a otras Universidades que hagan menos estadísticas para que propongan otra propuesta. No se quiere tanta estadística en esta auditoria.
Y entonces el CNE consiguió un puñado de Universidades que, estadísticamente, tenían altas probabilidades de no propoponer nada que tuviera que ver con la estadística. Pero todas resultaron ser Universidades experimentales (ver aquí) y pronto se dieron cuenta de que con puras Universidades experimentales los venezolanos podían tener ciertas sospechas…Fue así como alguien dijo:
¡El IVIC! ¡El IVIC! ¡Contactemos al IVIC!
Y entonces, el CNE contactó al IVIC y le dió a la directiva apenas 24 horas para que montaran un pánel, tomando la precaución de indicarles expresamente que no escogieran estadísticos en la comisión técnica, ya que ya tenían muchos [4]. Además, agregaron que no fuesen todos investigadores. Pidieron sin ambargo que por favor les consiguieran …sociólogos.
Es curioso, pero si yo fuera expresamente a buscar profesionales que no hagan investigación, pues no iría precisamente al IVIC a buscarlos, en particular si lo que me interesan son expertos en sociología.
Será que el CNE quería tener el aval del nombre del IVIC, sin tener que lidear con los fastidiosos investigadores, que, por definición, investigan. O, pero aún, con la raza maldita de los…¿estadísticos?
¡Ah! Pero no juzguemos tan duramente al CNE en materia matemática porque si bien el CNE no es amigo de las estadísticas, salvo las que les puedan indicar que no haya que abrir cajas, está por el contrario muy apegado al concepto de aleatoriedad.
De hecho, cuando los rectores de las tres Universidades autónomas le propusieron que para que una verificación fuese más eficiente habría que verificar las partes del Registro correspondientes con las zonas con más probabilidades de problemas, como las zonas fronterizas, el CNE dijo ¡No! ¡Nunca! ¿Porqué verificar más donde puede haber más problemas? ¿Cuál es la razón?
¡Todo muestreo debe ser totalmente aleatorio!
No es la primera vez que esto pasa. De hecho, cuando se hizo la auditoría del RR y las cajas que debían ser auditadas fueron escogidas aleatoriamente con el programa de generación aleatoria propuesto por el CNE y, dicho sea de paso, con la semilla de generación aleatoria de Tibisay Lucena, aquellas cajas escogidas que parecían haber sido abiertas, pues no fueron auditadas [5].
Claramente, la noción de aleatoriedad del CNE no permite que se auditen elementos que parezcan sospechosos.
Es decir, que si el CNE estuviese a cargo de las aduanas, no investigaría a los pasajeros, las maletas o los containers que parecieran tener más probabilidad de ilegalidad, sino que, en aras de su purismo probabilista, seguiría utilizando únicamente su generador de números aleatorios para capturar a los criminales.
Las buenas noticias son que al final del día el CNE nos convencerá a todos que para generar confianza y asegurar transparencia organizó una magnífica auditoria respaldada por Universidades y por el prestigioso IVIC .
Y cuando Chávez sea reelecto con más de diez millones de votos, ¿Saben Uds cuál será su primer decreto?
¿Llamar a un referendo para aprobar la elección indefinida?
No, se equivocan.
Prohibir las estadísticas.
[1] El Nacional, entrevista con Sandra Oblitas
[2] El Nacional, entrevista con Germán Yépez
[3] El Nacional, entrevista con Janeth Hernández
[4] Carta del director encargado del IVIC al presidente de la Asociación de Investigadores.
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