Tuesday, May 23, 2006

Acto de fe

El mayor problema que tiene la democracia venezolana en estos momentos es la enorme desconfianza que un alto porcentaje de Venezolanos le tiene al CNE, el cual es el organismo encargado del sistema electoral en Venezuela. En cualquier país democrático un tal ente debería ser una figura totalmente imparcial, al servicio de los electores y a la escucha de sus dudas y desconfianzas.

En Venezuela el CNE asume el rol inverso y los rectores del organismo muestran una soberbia inaudita ante las dudas justificadas emitidas por un gran porcentaje del pueblo Venezolano. Pareciera como si el pueblo estuviese al servicio del CNE y no lo contrario.

Creer en el CNE y en el proceso electoral Venezolano se ha convertido en un acto de fe que una gran proporción de los venezolanos no practica. De hecho, según la nueva vicepresidenta del organismo, sólo 43% de los Venezolanos tienen confianza en el ente comicial [1].

Si bien los Venezolanos parecen estar divididos en dos religiones que se caracterizan en el creer o no creer en el CNE, el CNE no es Dios, por lo tanto, el voto no debe ser un acto de fe. El voto es un derecho sobre el cual se debe tener 100% de certeza, independientemente de la tendencia política. Entonces, para que la democracia funcione, los Venezolanos deben tener confianza absoluta en su sistema de voto. Y para tener confianza hay que entender el sistema.

Todo el mundo entiende un sistema donde el voto se mete en una caja y después se cuenta. Incluso, la caja puede ser virtual, lo importante es que todos los votos se cuenten y se verifiquen manualmente uno por uno al final.

Ahora bien, para poder decir con seguridad que se entiende perfectamente el sistema de voto, verificación y auditoría del CNE y que se da fe de que el mismo funciona sin errores ni trampas hay que saber, entre otras cosas, de computación, de redes de telecomunicaciones, de transmisiones digitales, de bases de datos, de sistemas operativos, de seguridad informática, de estadísticas, de generadores aleatorios, de sistemas de reconocimiento biométricos, de algoritmos de búsquedas, de teoría de colas, de confiabilidad .

Claramente, no hay nadie cuyos conocimientos técnicos especializados puedan englobar la totalidad de todas esas áreas. Incluso, con este nuevo tipo de sistemas, aquellos conocimientos de sistemas electorales adquiridos en el pasado se ven desplazados por los nuevos conceptos y elementos científicos y tecnológicos que están ahora indisociados del acto y la verificación del voto. En otras palabras, los expertos del pasado no pueden llamarse expertos de este nuevo tipo de sistemas. De hecho, el sistema de voto Venezolano que el gobierno del Presidente Hugo Chávez le quiere imponer a toda costa a los electores se ha convertido en un sistema plagado de complejos detalles técnicos. Y como dice el dicho “El diablo está en los detalles”.

¿Cómo es posible que los rectores den declaraciones negando toda posibilidad de vuelta sobre un sistema cuyos enrevesados detalles técnicos escapan a la gran mayoría de la población, incluyéndolos, y en el cual un enorme porcentaje de Venezolanos no confía? ¿Cómo es posible que los voceros del partido de un Gobierno que se jacta de ser democrático hagan presión sobre los rectores para asegurarse que los sistemas que alimentan la desconfianza de los Venezolanos no sean removidos, y no se eche para atrás ni un ápice la automatización [2]? ¿Y finalmente, cómo es posible que el defensor del Pueblo, cuyo rol es justamente el de defender la visión de los ciudadanos ante, entre otras, el poder desmedido del Estado, de su aval gratuito a un sistema que genera desconfianza [3]?

Todo esto me hace decir que la democracia Venezolana, que comienza por un CNE a la escucha de las dudas del pueblo, está gravemente enferma. Esperemos que el CNE cambie su actitud si se quiere preservar la democracia y la paz en Venezuela.

Referencias

[1] Perera, Javier, Entrevista a Janeth Hernandez, “El CNE hizo muchas concesiones que yo no hubiera aceptado” El Nacional, 6 de Mayo, 2006, página A4.

[2] Perera, Javier y Maneiro Quesada, Jorge, “Chavismo exigió al CNE no retroceder ni un metro”, El Nacional, 17 de Mayo del 2006, página A4.

[3] “Mundaraín: Conteo manual es un anacronismo”, El Nacional 19 de Mayo, 2006, página A19.

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