Wednesday, November 02, 2011

A la búsqueda de la cuaima perfecta

 (foto tomada sin permiso de http://venezuela-europa.blogspot.com/)


Resulta que Venezuela es un matriarcado.


Un matriarcado significa que las mujeres son las que mandan: la sociedad la llevan las mujeres, la economía es regida por mujeres, los valores los imponen las mujeres y, tarde o temprano, la política la deciden las mujeres.


El que sea un matriarcado no significa que se trate de una sociedad feminista, todo lo contrario. El hombre es visto como un accesorio imprescindible en la vida de las mujeres. Entonces, es más bien el anti-feminismo lo que se activa: en una sociedad de mujeres fuertes, la competencia para obtener el codiciado varón es fuerte desde muy temprano. Hay que ser más bonita, más delgada, más rubia, más tierna, de pelo más largo y más liso, más suave, más sexy y ahora hasta con más senos que las demás. Por supuesto, todo eso mientras se van acumulando los activos para saberse valer por si misma: estudios, trabajos, especializaciones, etc, porque, a menos que la vida le depare uno de los amos del valle, nadie garantiza que el pobre especimen del sexo masculino tenga con qué mantenerla, o, peor, se vaya con otra, o con otro.

Una vez casada o con pareja, la mujer venezolana se convierte en lo que los cariñosos maridos llaman "la cuaima". Un amigo que ya lleva dos divorcios me contaba lo increible que era el cambio en las mujeres venezolanas que, antes de casarse, le decían que si a todo y que después parecían haber tenido un switche de cuaima permanentemente activado. No es extraño, puesto que es el matriarcado mismo lo que incita la activación de tal comportamiento: hay que proteger los activos y defenderlos contra capa y espada, ésa es la escencia del cuaimatismo.

Si bien el machismo es omnipresente en esa extraña sociedad de mujeres, las cuaimas suelen ser solidarias cuando se ponen bravas. En el momento en que eso sucede, el pobre varón mejor que no esté presente, porque se lo llevan literalmente por delante. De hecho, una mujer venezolana arrecha es un torbellino, una fuerza incontenible de la naturaleza y cuando un conjunto de mujeres venezolanas se arrechan, no hay nada ni nadie que las detenga.



 Asombrosamente la oposición venezolana no parece haberse dado cuenta de tal detalle. En momentos en los que el gobierno es tan malo que sería fácilisimo pasarle a las mujeres el mensaje de que tienen que arrecharse, los distintos candidatos están demasiado ocupados en sus cuitas y ambiciones personales y, como dice mi amigo André, la naturaleza tiene horror del vacío, con lo que el vacío dejado por la oposición sigue siendo aprovechado por Chávez.

Chávez, por su lado, entendió desde el principio la escencia matriarcal de la sociedad venezolana. De hecho, Chávez le llama la atención antes que nada a las mujeres, que lo ven como el héroe del 4 de febrero y luego se activa el matriarchismo con respecto a la amada figura del Presidente. Chávez, por su parte, comprende perfetamente el delicado equilibrio entre la devoción y el cuaimatismo, sabiendo que en el momento en que las mujeres se arrechen, lo tumban. 

Porqué el gobierno escoge a Leopoldo López desde el principio para impedirle el paso? ¿Porque López es más inteligente que los otros? ¿Porque hizo un curso en la escuela de políticas públicas? ¿Porque fue Alcalde de Chacao? ¿Porque tiene una política de gobierno eficiente? No! La persecución de López se basa en un sólo hecho: demasiado bien parecido para que el gobierno esté confortable. López, a pesar de ser tan o más del este de Caracas que todos los otras figuras, no tiene el tipo europeo, ni los ojitos azules de ancestros gallegos. López hace pensar en un Santos Luzardo caraqueño, un buenmozo caribe que le recuerda a sus hijos de piel tostada a tantas madres venezolanas.  



Pero éste no es un post sobre López, sino un post sobre cuaimas. Así que volvamos a ellas. Yo creo firmemente que la oposición necesita una cuaima que se le enfrente a Chávez. Una mujer que sepa azuzar el sentimiento de solidaridad de las venezolanas arrechas. En ese sentido, María Corina Machado tiene la ventaja del género, pero aún no ha sabido explotar ese sentimiento de solidaridad e indignación. Sin embargo, MCM tendría con qué. En el fondo, es una mujer en los cuarenta, divorciada y con tres hijos, tratando de hacerse su lugar en un mundo netamente masculino. Ésa, es la misma historia de millones de mujeres venezolanas y, desde mi punto de vista podría ser puesta en relevancia de manera más clara por MCM.



MCM es, por ahora, la candidata preferida de Chávez, quien lo dijo explícitamente que le encantaría tener como adversario a una mujer y, en particular la "burguesita de fina alcurnia". Por supuesto, el Presidente la quiere porque piensa que la figura de MCM no calaría nunca en la población venezolana. 


En éso Chávez debería considerar el viejo dicho gringo que dice que tengas cuidado con lo que deseas porque a lo mejor lo consigues....Si MCM pone a valer sus genes de cuaima, uno nunca sabe, a lo mejor despierta la solidaridad entre sus congéneres ....

3 comments:

Liz said...

Bruni, mi hermano tiene un dicho: "mujer que no es cuaima , es hombre". Yo tengo otro: mujer que no es cuaima es pendeja. Y teniendo en cuenta que la cuaima es en realidad una culebra...

Dicho esto, te digo que concuerdo contigo en ciertas cosas y difiero en otras. Aquí no mandan las mujeres vale! aquí las mujeres son usadas y abusadas. Para muestra sólo falta darse un paseito por cualquier cerro o barrio... allí uno se encuentra con un puño de mujeres y muchachitas llenas de muchachos y con unos maridos o ex-maridos que lo que hacen es aprovecharlas y maltratarlas.

Si usamos la exagerada metáfora, Venezuela es como una mujer venezolana. Abusada y maltratada por el cabeza de la casa. Todos sabemos quién es.

En cuanto a MCM, me encanta! Tiene un verbo que Dios se lo guarde. Pico de plata pues... Creo que le falta experiencia y no será esta su oportunidad. Pero indudablemente que la experiencia le será enriquecedora y probablemente la veamos en el Palacio de Misia Jacinta algún día en el futuro.

A mí me encantaría como Vicepresidente!

Daniel said...

Bruni

Para que tu veas, MCM como que lo esta entendiendo si ves el video que puse en mi blog anoche. Que le resulte es otra cosa, ero como que lo va a intentar.

Sydney Hedderich said...

Bruni,
La perfecta cuaima de casa existe, pero no en todos los hogares venezolanos. Evidentemente y al parecer, las leyes del país no apoyan el supuesto matriarcado. Es decir, pudiera ser que el matriarcado es pura fantasía.