Fausto Masó escribe una propuesta para el 3 de diciembre que puede traducirse en dos verbos:
Votar y proteger.
Ir a votar, masivamente y sin miedo y luego, proteger el voto.
Estoy de acuerdo con Masó. Ante los anuncios apocalípticos, hay que guardar la calma, hay que evitar caer en la histeria que ayuda al teniente coronel de Sabaneta, hay que mantener el objectivo claro y firme. El sistema le está otorgando a los venezolanos, una vez más, la posibilidad, quizás la última, de decidir su destino.
Por un lado, tenemos el fascimo, el abuso de poder, la discriminación institucionalizada y el golpe de estado permanente que el gobierno de Chávez le ha dado a todas las instuciones venezolanas desde hace 8 años. Más tarde, vendrá el socialismo fascista del siglo XXI que llevará a aún menos libertades individuales, más control, más imposiciones, y a una educación estatizada en función de los preceptos del mandatario de Sabaneta.
Por el otro lado, el camino alternativo, aunque imperfecto y lleno de escollos, sólo podrá llevar a más democracia.
El 3 de diciembre hay que votar, votar masivamente, votar tranquilos y sin histerias, e ir firmes dispuestos a proteger el voto. Este 3 de diciembre, los Venezolanos no escogerán a un Presidente, escogerán un sistema de vida para ellos y para las generaciones futuras.
El 3 de diciembre se escoge entre dos caminos:
Fascismo o Democracia.
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