Sunday, December 26, 2010

La muerte de Carlos Andrés Pérez

Carlos Andrés Pérez ha muerto. La noticia me causa tristeza, a pesar de que nunca voté por él.

Me entristece su muerte porque, entre otras cosas, CAP fue injustamente depuesto y aquellos que me conocen saben que no soporto las injusticias. La acusación contra Carlos Andrés Pérez fue el producto del complot de unos pocos que, aprovechando pescar en río revuelto quisieron, algunos, saldar viejas cuentas y, otros, sacarlo del camino para reconquistar el poder. Hábilmente utilizaron los medios de la vieja oligarquía intelectual para exhacerbar y manipular a la opinión pública y luego a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia, en lo que sería un juicio netamente político que le abriría el camino a Hugo Chávez Frías y al descalabro de la institucionalidad en Venezuela.

Irónicamente, sus palabras y sus actos al conocer el veredicto representaron el mayor acto de respeto institucional que haya tenido Presidente alguno en los años de democracia.

“Hubiera preferido la otra muerte” son las palabras del hombre que sabe que su vida política ha concluido, que ha sido juzgado injustamente, pero que se resigna y sobre todo acepta el veredicto de la institucionalidad.

Qué diferente de las palabras de Chávez que llamará “Victoria de mierda” a la primera victoria opositora en su mandato!

Muchos han equiparado a Hugo Chávez con Carlos Andrés Pérez. Nada más alejado de la realidad. Si bien ambos eran ambiciosos, carismáticos, populistas, Pérez transmitía un deseo sincero de ver al país en el rango del Primer Mundo. No así Chávez, cuyo único deseo es quedarse eternamente en el poder, así sea hundiendo al país.

Tanto Chávez como Carlos Andrés Pérez tuvieron en sus manos la gran oportunidad del maná petrolero. Carlos Andrés, a pesar de todos los desaciertos de la Venezuela Saudita respondió con la Nacionalización petrolera de verdad verdad, la creación de grandes empresas del estado para llevar al país a la autosuficiencia tecnológica, la educación masiva de miles de estudiantes Venezolanos en las mejores Universidades del mundo, la importación de profesores de primera calidad en Ciencia y Tecnología para elevarle el nivel de educación e investigación a nuestras Universidades. Pérez creía en desarrollar e importar talento para sembrarlo y eventualmente subirle el nivel a todos los venezolanos. Contrariamente a Chávez, quien le tiene miedo al talento y utiliza su poder para desbaratarlo, desconocerlo, descorazonarlo, expatriarlo, deshacer todo lo que se hizo y nivelar por lo más bajo que esté a su alcance. Si bien los recursos de la bonanza petrolera de CAP no fueron utilizados optimalmente, al menos sus políticas permitieron a una gran masa de Venezolanos adquirir una educación que nunca hubiesen podido adquirir y permitir así crear en el país un verdadero patrimonio de gente bien formada. Si comparamos con el legado de los últimos doce años de Hugo Chávez, vemos que la plata de Venezuela ha servido principalmente para sostener al régimen de Cuba, comparle armas a los Rusos y crear un sistema de dádivas a dedillo que garanticen la popularidad eterna de Hugo Chávez.

Como dije al principio del post: nunca voté por Carlos Andrés Pérez. La primera vez no tenía la edad y, además, consideré su mandato como la peor cosa que le había podido sueder al país en mi corta existencia. La segunda vez no estuve en Venezuela y, por el contrario, me llevé las manos a la cabeza pensando cómo diablos se le ocurría al país votar por una quimera. Sin embargo, cuando la gente lo demonizaba después del golpe del 1992 y la opinión pública lo crucificaba en medio del juicio político, escribí y debatí mil veces que estaban haciendo un error y, como Cassandra que me ha tocado ser en muchas oportunidades, el tiempo me daría la razón, sin que por ello obtenga ninguna satisfacción en saber que había estado en lo cierto.

Quizás haya sido la edad, o la lejanía, pero con los años, adquirí una visión benigna de aquel hombre que caminaba, saltaba charcos, imponía por decreto que los baños públicos estuviesen limpios, y que se pudiera ir al cine los Lunes a mitad de precio. CAP fue un hombre cuya vitalidad contagiosa influenció a toda mi generación. Nosotros, los que éramos adolescentes cuando llegó al poder, nos vimos, de una manera o de otra envueltos en el modernismo que CAP quería para Venezuela, sentimos nuestra chispa de orgullo el primero de Enero de 1976, leímos muchas veces las grandes pancartas que nos indicaban “Jóvenes al Sur” y adoptamos la creencia que la Ciencia y la Teconología lo hacía todo posible.

Los economistas dirán dónde falló. Yo, por mi parte puedo decir donde acertó: acertó en invertir en Venezuela y en llevarnos a creer que un gran país era posible.




7 comments:

AB said...

Al igual que Daniel, y Miguel tiene tu articulo una perspectiva mucho mas amplia, con la cual estoy en completo acuerdo, a diferencia de las de ciertos "expertos" que opinan como adolescentes.

Oswaldo Lairet said...

En pocas palabras y con gran precision, lograste hacerme sentir nuevamente la Venezuela que conoci en mi juventud. Tu prosa trae una bocanada de la esperanza, el futuro y las grandes ilusiones que teniamos todos en la cabeza. Desafortunadamente, Venezuela no eramos nosotros, era ese otro 60% del pais, que aun no entiende como funciona la realidad economica y prefiere creer en Encantadores de Serpientes que le mientan mil veces y con sus mentiras se lleven el futuro de sus hijos y el de los nuestros.

Liz said...

Bruni, en dos platos: Venezuela era otra!

Yo tampoco voté por él nunca, pero siempre digo como dicen los adecos: "con AD se vivía mejor".

Qué cantidad de amigos y familiares se beneficiaron de las becas Mariscal de Ayacucho. Y las de Foninves, una fundación para becas relacionadas con profesiones petroleras.

Sin contar con los que fuimos a estudiar a naciones desarrolladas con la ayuda de nuestras familias. La situación económica de la clase media era totalmente opuesta a la que conocemos en el presente. Eramos ricos y no lo sabíamos.

Y digan lo que digan, prefiero mil veces a CAP que al señor que se sienta en la silla de Miraflores hoy.

Sydney Hedderich said...

gracias, Bruni, por tu perspectiva equilibrada, sin tener que recurrir al melodramatismo, puramente para llamar la atención de lectores.

FeathersMcGraw said...

A mi también me pesa mucho su muerte. Bruni tu articulo resume mucho de este hombre que de verdad hizo bastante por el país, y tuvo un segundo chance de governar y corregir el país en su visión de hombre mas maduro por la edad y como lo sacaron. Que horror. Yo crecí en un hogar que no gustaba mucho de CAP la primera vuelta pero la segunda vuelta si hubo mas aceptación del presidente. Y es que si comparamos CAP con lo que tenemos ahora podemos ver lo horrible que CAP pudo ser y no fué, y lo de las becas, educación de primera para los Venezolanos, el mejor legado que le puedes dar a los ciudadanos.
A ver que educación estan recibiendo los Venezolanos de esta época?
Definitivamente el tiempo lo ha reivindicado.
Feliz año para todos! Los mejores deseos.

TechMind said...

Muy bien escrito Bruni!
Al igual que Elvene Zolano, tus palabras me hicieron recordar la Venezuela de mi juventud.

Yo además agregaría que él fué el que introdujo la decentralización del gobierno, con la elección directa de alcaldes y gobernadores, una de las trabas más importantes, sino la más, al control hegemónico de Chavez.

jorodu said...

Querida Bruni...100% de acuerdo contigo, y con Alek...
a diferencia de los super expertos de otro blog de cuyo nombre no quiero acordarme. Leerte es un placer.

Yo creci en un hogar VERDE....por dentro y por fuera...VERDE hasta el cansancio...pero....
ESO no evitaba que si si el presidente CAP llamaba a mi abuelo para alguna reunioncilla y preguntas para respuestas expertas de la cabeza de mi abuelo....era la Venezuela en la que Adecos y Copeyanos se sentaban a comer en la misma mesa sin problemas...al final importaba el pais..

abrazo