Saturday, January 01, 2011

El sacrificio de la Jueza Afiuni

...el otro caso triste, también, indignante más que triste, es el..bueno, como una jueza, voy a decir su nombre, está presa, Maria Lourdes Afiuni. Una jueza, entonces, hace toda una componenda con unos alguaciles y otra gente más, seguro..y uno de estos bandidos que estaba preso. Precisamente por estas redes que venimos desmontando desde hace tiempo. Un bandido llamado Eligio Cedeño lo llevan...la jueza lo cita al tribunal y los policías que lo custodian se lo entregan a los alguaciles del tribunal, porque así está establecido en las normas..eso habrá que revisarlo, Señora Fiscal..porque si es así, bueno, yo tendré que ordenar a la guardia a rodear los tribunales....Entonces viene una juez ...bandida! Una bandida y los alguaciles reciben de los policias que vienen trasladando al preso..porque la juez lo llamó a declarar a..cómo se llama? Audiencia. Y todo estaba montado, según ahora me explican, aquí tengo los informes. Ella misma se lleva al preso, violando la ley en primer lugar porque hace la audience, o la llamada audiencia, sin la presencia del Ministerio Público. Eso está prohibido: ningún juez puede hacer ninguna audiencia si no está el Fiscal del caso. Ella no le comunicó nada a ningún fiscal. Mandó por el preso. Lo metió en el tribunal y lo sacó por una puerta de atrás, se fugó. Bueno, está presa...y yo exijo dureza! Contra esa jueza...incluso le dije a la Presidenta del Tribunal Supremo..Doctora, y así lo digo a la Asamblea Nacional, ..habrá que hacer una ley porque es mucho mucho mucho más grave un juez que libere a un bandido que el bandido mismo. Es infinitamente muy grave para una República, para un país, que un asesino, porque pague, un juez lo libere. Es más grave que un asesinato. Entonces habrá que meterle pena máxima a esta jueza y a los que hagan éso. Treinta años de prisión pido yo en nombre de la dignidad del país!

Hugo Chávez Frías, 11 de diciembre, 2009.


De todos los presos e imputados políticos de los últimos años, quizás el más emblemático sea el caso de la Jueza Maria Lourdes Afiuni.

En casi todos los otros casos que conozco, el gobierno puede utilizar una “excusa” utilizando alguna enrevesada interpretación para la aplicación de las terriblemente atrasadas y cohercitivas leyes penales venezolanas,de manera tal que se pretenda dar un barniz de legalidad en la imputación, averiguación o condena. No así el caso de la Jueza Afiuni, quien ya ha cumplido un año tras las rejas sin que ni siquiera se haya oido su causa y sin que haya realmente ninguna causa, otra que política, para su apresamiento.

El caso es muy simple. A un momento dado en su carrera, la Jueza Afiuni, quien tiene al menos ocho años de experiencia en el cargo, debe decidir el caso del imputado Eligio Cedeño quien había estado preso durante casi tres años sin que se le hubiese dictado sentencia. La jueza tiene en sus manos un informe del grupo de trabajo de la ONU sobre las detenciones arbitrarias en relación al caso de Cedeño. En efecto, tal como lo he indicado en otras oportunidades, pienso que la legislación Venezolana abusa de los derechos humanos puesto que es escándalosamente fácil meter preso y dejar preso a alguien, incluso siguiendo la ley al pie de la letra. Pues a pesar de que las leyes penales Venezolanas son abusivas, el caso de Eligio Cedeño iba más allá de lo que indica la ley, que es un máximo de dos años de detención sin proceso. La Jueza Afiuni, entonces, en vez de desentenderse decide hacer su trabajo el cual consiste en decidir, y decide dejar en libertad condicional a Cedeño en fecha 10 de diciembre del 2009.

Tras haber tomado la decisión, la jueza es inmediatamente puesta presa a su vez, por el Servicio Bolivariano de Inteligencia, en un acto sin precedente en la historia Venezolana, en el cual un juez es apresado inmediatamente por la decisión de un caso.

El mismo día de su imputación (leer la reseña de Aministía Internacional aquí), el Presidente de la República, en una declaración también sin precendentes en cualquier país que quiera llamarse democrático, da unas declaraciones públicas que les invito a escuchar aquí y cuya transcripción dejé al principio de este post.


La jueza Afiuni es imputada el 11 de diciembre del 2009, por “corrupción propia, abuso de autoridad, favorecimiento para la evasión y asociación para delinquir”, lo cual, según la reseña de AI, acarrea un máximo de 8 años de prisión. A parte la injerencia indebida del Ejecutivo en los poderes legislativo y judicial que queda clara con el discurso del Presidente, la situación y el discurso mismo acarrean muchas otras preguntas...¿Porqué el Presidente hace referencia a 30 años, en su discurso, a sabiendas de que la pena máxima es de 8 años? ¿Porqué el Presidente da declaraciones explícitas inmediatamente después de la imputación? ¿Porqué el apresamiento de la jueza es inmediato y realizado por la división de inteligencia del país?¿Porqué el Presidente equipara indirectamente el supuesto delito de la Jueza con el de un asesinato, cuando claramente no tiene nada que ver?

Para mi, la única respuesta a tales interrogantes es que el apresamiento de la Jueza Afiuni es independiente de lo que haya hecho o no Eligio Cedeño y es también independiente de la decisión misma de la Jueza.

En mi opinión, el Presidente Chávez decidió sacrificar a Maria Lourdes Afiuni, no sólo apresándola, sino humillándola rápidamente de manera abierta, exagerada, pública y vociferada, tal como los tiranos de antaño mostraban a sus víctimas en la plazas públicas como escarmiento para aquellos que desearan sublevarse.

El sacrificio de la jueza Afiuni era necesario para impedir que nunca más, ningún juez, piense siquiera que puede tomar una decisión que no dependa de los designios de Hugo Chávez.


Mi primer post del año es entonces para esa mujer valiente que está presa porque hizo su trabajo, con mis mejores deseos para que pronto se haga justicia.



1 comment:

Kepler said...

Gracias, chama, por recordarnos sobre este caso. Voy a colocar el enlace al caso de la jueza que tiene AI en inglés en mi bitácora.
Realmente lo que quieren los milicos es una nación de cobardes.