La imagen de Venezuela subvencionando el transporte colectivo de la ciudad de Londres a cambio de consultoría logística, me recuerda la de los Españoles haciendo trueques de espejitos baratos contra prendas indias hechas de oro macizo.
En este caso, los indios son el pueblo Venezolano y el papel de Conquistadores Españoles lo han tomado los Ingleses que pretenden justificar el obsceno trueque. Hay una diferencia, sin embargo: Chávez, quien hace el papel de Cacique de la tribu, sabe muy bien que el trueque no aventaja al país, pero es una fácil manera de comprar con petróleo imagen internacional para si mismo, a cambio de vidrios y espejos.
Todos sabemos que Londres es una de las ciudades más ricas del mundo, mientras que basta salir del aeropuerto de Maiquetía y subir a Caracas para darse cuenta de que, por más que el gobierno trate de maquillarla, la pobreza está allí, esperando para darle la bienvenida al viajero y recordarle que Venezuela es un país del Tercer Mundo.
El que Venezuela subvencione a la ciudad de Londres es una vergüenza monumental, una obscenidad. Pero la vergüenza es doble porque al mismo tiempo que Chávez regala parte del Patrimonio económico Venezolano a la rica sociedad Inglesa, lo está haciendo a cambio de servicios que muy bien podrían contratarse y desarrollarse en el país.
De hecho, los supuestos servicios de consultoría que Londres le ofrecerá a Venezuela, son relativos a problemas de logística urbana, tales como la recolección de basura y la limpieza de calles. La planificación de tales servicios releva de las áreas de las Matemáticas Aplicadas y de las Ciencias Computacionales llamadas Investigación de Operaciones y Logística.
Existen, en las empobrecidas Universidades Venezolanas, profesores e investigadores dedicados a estas áreas. ¿Porqué entonces tomar como excusa que se necesita ayuda Inglesa? ¿Acaso Venezuela no tiene profesionales capaces que pueden resolver los problemas del país? En efecto, por una centésima parte del costo que Venezuela va a pagarle a Londres con los subsidios de su transporte colectivo, el país podría, no sólo resolver puntualmente los problemas de logística urbana que aquejan a Caracas, sino formar recursos humanos altamente calificados para garantizar un desarrollo durable que irá más allá de unas cuantas horas de consultoría inglesa.
¿Porqué no contratan profesores y empresas Venezolanas para que estudien el problema? ¿Porqué no apoyan los programas existentes y promueven, con la plata que le está regalando a los Ingleses, programas especializados de enseñanza y de investigación en esas áreas? ¿Porqué no crean becas especializadas que incentive a los estudiantes a largo plazo?
Claro, eso no tendría el glamour que Chávez busca de leader internacional ensalzado por una buena parte de la Prensa y de la clase política británica. Ahora bien, al no hacerlo y preferir regalarle los recursos a los Ingleses, el Presidente atenta contra el pueblo de Venezuela.
Un pueblo que lleva ya casi cinco siglos buscando desesperadamente que dejen de despojarlo a cambio de vulgares espejitos mágicos.
Referencias
Artículo de la Agencia Bolivariana de Noticias
http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=61793&lee=16
Especialidad de Investigación de Operaciones. Universidad Central de Venezuela.
http://www.postgrado.ucv.ve/curso/buscar.asp?id=ing3026
Postgrado Ingeniería Industrial. Universidad de Carabobo.
http://www.postgrado.uc.edu.ve/index.php?module=htmlpages1&func=display&pid=40
Departamento de Procesos y Sistemas. Universidad Simón Bolívar
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