En uno de los más bochornosos episodios de abuso de poder y manipulación de la Libertad de expresión, el gobierno de Hugo Chávez creó y luego impuso la transmisión en canales privados de la pegajosa cuña publicitaria "Todo tiene su final" para justificar la remoción de la concesión de RCTV.
Globovisión quiso oponerse considerando que dicha medida viola el artículo 10 de la Ley Resorte que indica que los espacios libres de radiodifusión que la ley establece para el Estado no deben ser utilizados con fines de publicidad o propaganda de los órganos y entes del Estado.
El Ministerio de información (MINCI) respondió que se trata de una orden, que no puede cuestionarse.
Según lo que he sabido, sin tener confirmación, la cuña fue finalmente transmitida a pesar de la reticencia del canal.
Para colmo de males, al parecer el Estado no pagó los derechos de autor correspondientes por la utilización de la canción de Willie Colón.
Todo este episodio es muy grave en materia de abuso del poder del Estado. Antes que nada el Estado utiliza su propio canal (VTV) y fondos públicos para crear una publicidad que justifique una medida impopular que fue tomada por fines puramente políticos. En segundo lugar, utiliza todo el peso del poder para imponer que el mensaje sea incluso transmitido en el espacio que supuestamente debe ser utilizado con fines informativos o de urgencia en los otros canales.
Mientras tanto, el TSJ acaba de declarar sin lugar el Amparo de RCTV argumentando que no es el Presidente de la República ni el Ministro de Telecomunicaciones a quien corresponde resolver lo relativo al otorgamiento de la concesión, sino a CONATEL...
Qué casualidad, eso era lo que yo pensaba antes, que era sólo CONATEL, un órgano supuestmanete imparcial, quien se debía dedicar a otorgar o quitar concesiones, pero en la historia del cierre de RCTV fue el mismo Chávez el que decidió y publicizó la medida. Los funcionarios de CONATEL no han aparecido por todo eso.
Así que, quien manda que haya cierre, ilegalmente, porque no le corresponde, es el Presidente Hugo Chávez, en frente a millones de telespectadores, pero cuando se le pide a la Justicia que ampare contra la medida que claramente fue del Presidente, resulta que el hombre no tiene nada que ver.
En Venezuela, lo que es bueno para el pavo, no es bueno para la pava.
Para finalizar, todo lo que puedo decir es que la escogencia de música no fue particularmente feliz.
Algún día los Venezolanos se la cantarán a Hugo Chávez.
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