El peligro de la enfermedad de Chávez

El chavismo no es un movimiento político: no tiene filosofía, aparato o estructura. Es una corriente basada en el culto a la personalidad de un caudillo carismático, como tantos otros que hemos tenido en nuestra historia. Se podría entonces pensar que si el líder desaparace o es debilitado físicamente, el chavismo desaparecería como corriente política.

La situación no es tan sencilla; la enfermedad de Chávez viene a cambiar totalmente el panorama político del país y las ambiciones demócratas de la nación. 
En pocas palabras, la enfermedad de Chávez no son buenas noticias para nadie.


Antes que nada, así el chavismo no sea una corriente política,  tiene muchas viudas. La viuda principal es Cuba: Chávez ha sido preponderante en el mantenimiento del régimen castrista quien es quien tiene más que perder en la desaparición y debilitamiento de Chávez.
La segunda viuda son los militares venezolanos, quienes, durante el mandato chavista, pasaron de ser una fuerza relativamente neutra, a un conglomerado activo, politizado y poderoso dentro del gobierno. 


La otra viuda es la izquierda radical venezolana. Se trata de los antiguos guerrilleros y cubanistas de la primera hora, de los cuales muchos consideran que la supervicencia de la revolución es más importante que la soberanía misma de Venezuela.

Luego, están las milicias, que Chávez ha formado y armado durante muchos años, que estarían dispuestas a intervenir en el caso de un vacío de poder. 

Finalmente tenemos a la oposición, que no sabe definirse como corriente alternativa. Que existe simplemente como fuerza contraria al chavismo y, sin el cual, a menos que el foco cambie, perdería su razón de ser. 

El panorama no es rosa. Inévitablemente, si Chávez sigue tratamientos contra el cáncer, deberá traspasar el mando al Vicepresidente, en este caso, Elías Jaua, un radical, artéfice de expropiaciones agrarias a ciegas. Por otro lado, estaría Adán Chávez, otro cubanista, quien tan sólo la semana pasada recordó que no sólo con votos, sino con armas, se preserva la revolución. En estos momentos Adán no puede acceder directamente al cargo a través de la Vicepresidencia debido a vínculos de consanguinidad con Chávez, pero bastaría que otro Presidente encargado lo nombrara para pasar por encima de la restricción.



Del lado de la oposicón, el candidato único no ha sido definido y el peligro de romper la unidad ante un chavismo en desbandada no es despreciable. 


Las consecuencias del vacío de poder creado por la enfermedad de Chávez  podrían ser una intervención cubana directa, un golpe de estado militar de derecha o de izquierda y/o la anulación de las elecciones.


En conclusión, en este caso, la mejor situación para Venezuela es la recuperación rápida del Presidente...para poderle ganar en las próximas elecciones.