El País nunca ha debido publicar la foto, falsa o verdadera, de un Presidente entubado en terapia intensiva. No ha debido publicarla por varias la razones.
La primera es porque la imagen es más de prensa amarillista y voyerista que de periódico serio, como El País.
La segunda es porque la foto no aportaba absolutamente nada al debate. De hecho, contrariamente a la excusa dada posteriormente por el periódico, no se trataba de una noticia, ya que, de haber sido Chávez el enfermo de la foto, hubiese podido tratarse de una instantánea tomada en cualquiera de las operaciones anteriores o simplemente ser una foto del momento actual pero sin ninguna garantía que hubiese tenido lugar en los últimos días, ni siquiera en el último mes. Por lo tanto, la foto no hubiese dado ninguna fe de vida, ni destapado la verdad de la situación de la enfermedad y el enfermo.
Finalmente, una vez que los editores toman la decisión, así fuese altamente discutible, de publicación, han debido chequear y doble chequear la procedencia. Al no hacerlo, fueron culpables de una asombrosa falta de profesionalismo.
Pero la historia resulta un golpe fenomenal para el gobierno de Venezuela. De pronto, toda la atención concentrada en la ausencia de Chávez es convertida en atención sobre la falsa foto de Chávez. Los ministros y demás personajes claves del gobierno aprovechan la oportunidad para rasgarse las vestiduras en público, repetir ad-infinitum en la televisora del Estado que se trata de un complot de la derecha internacional, rechazar a toda costa las excusas de El País, repetir, repetir y repetir que se trata de una patraña nunca vista, asociar al hecho cuanto medio impreso o no se haya metido con el chavismo en los últimos tiempos, llamar y volver a llamar a conferencias de prensa, etc, etc.
El resultado, es que ya nadie se pregunta qué pasó con Chávez, ni de la legalidad de la situación venezolana. En estos momentos, todos están concentrados en la bendita foto.
Un periodista italiano se ha atribuido la falsa publicación, bajo la pretención de haber querido poner a prueba el sistema de noticias. Pero, sinceramente, no me lo creo mucho. De hecho, me pregunto quién está realmente detrás de la foto, quién le aseguró a El País que la foto era verídica y porqué El País cayó en la trampa tan fácilmente.
No se quién fue, pero hay por ahí un dicho que dice "Piensa mal, y acertarás".
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