Thursday, January 08, 2015

No es sólo libertad de expresión




Uno de los libros que más me ha impactado en la vida fue "A thousand splendid suns" de Khaled Housseini, que narra como cambia la vida de dos mujeres afghanas. Vidas, al principio normales, que se van transformando con la llegada del fundamentalismo islámico. Poco a poco, los talibanes les van restando libertades: la de escoger, la de vestirse, la de reirse, la de salir, la de educarse, la de tener acceso médico, la de circular. El libro es tan pero tan duro, que si uno no supiera que todo es cierto, pensaría que se trata de una abominación inventada por el autor.

El libro me viene siempre a la mente cuando voy a una tienda donde trabajan dos muchachas afghanas que lucen como la antítesis de los personajes. Ambas tienen una cabellera bellísima, larga, gruesa, abundante, negrísima, brillante, que lucen con orgullo y revolotean cada vez que pueden. Ambas se ríen y responden a los usuarios con sonrisa pícara, en Inglés, en Francés o en Pachtún. Ambas comentan los acontecimientos recientes, desean féliz día o feliz Navidad, se maquillan, comparan carteras compradas por la una o por la otra, hacen chistes. En pocas palabras, son muchachas normales de su edad, como cualquier otra muchacha de su edad en un país donde tienen todas las libertades, donde el hecho de haber nacido mujeres no les quita derechos y donde los prospectos de vida dependen únicamente de la suerte y de ellas mismas.

Ayer me acordé de las muchachas afghanas y del libro de Hussaini cuando supe de los atentados contra Charlie Hebdo.  La mayoría de los comentaristas hablaban de un atentado contra la libertad de expresión.  Otros se preguntaban si Charlie Hebdo no había ido demasiado lejos con el tipo de caricaturas, a lo cual un profesor les explicaba que el único límite de la libertad de expresión debe ser el que establecen las leyes, leyes emitidas cuidadósamente para no ser demasiado restrictivas. Continuaban explicando que la libertad de expresión no puede ser supeditada al buen gusto, al gusto de un individuo, o al de un grupo, que la ofensa por motivos religiosos no es razón para cohartar la libertad de expresión. Proseguía haciendo énfasis de nuevo que sólo los motivos legales pueden ser utilizados en la censura, y sólo cuando se determine cuidadosamente que existen.

Al principio, no había podido cernir porqué el discurso de los comentaristas me recordaba a las muchachas afghanas pero de pronto, lo vi claramente. El atentado de Charlie Hebdo no es un atentado contra la libertad de expresión. Es mucho más grave y más profundo. El atentado forma parte de una guerra: la de un mundo contra otro. Es una cruzada contra los valores occidentales más fundamentales: la igualdad, la democracia, la libertad.

Lo que pasó en París ayer, fue un atentado contra la libertad. La libertad que gozo yo, que goza mi hija, que gozan las muchachas afghanas de la tienda, que gozan mis colegas, que gozamos todos. Una libertad que costó miles de años en conseguir. Una libertad por la que mentes pensantes murieron en la hoguera o fueron encarcelados. Una libertad laica tan amplia que permite la libertad religiosa, que permite incluso que se puedan volcar contra ella.

Entonces me di cuenta, que los editores de Charlie Hebdo no fueron sólo víctimas de un ataque terrorista, sino que fueron héroes y mártires de nuestro tiempo, en la preservación de la libertad.

Yo no se si puedo decir que soy Charlie. Yo no se si habría tenido el coraje, después de amenazas serias y de un incendio intencional, de continuar a publicar las mismas cosas, a sabiendas que mi vida estaba en peligro.

Yo no se cómo habría reaccionado estando en la posición de los caricaturistas, sólo se que nos dieron una gran lección de entereza, de principios y de demostración que si nos dejamos, es muy fácil perder la libertad.











4 comments:

TechMind said...

Bravo Bruni, muy acertado punto de vista.
Muy pocos pueden ser tan valientes y comprometidos como los trabajadores de Charlie Hebdo que literalmente arriesgaron sus vidas por una causa que es de todos.

LT said...

Tienes 100% razon.
Aunque durante su larga y abarcadora historia el mundo islamic permitio multiples veces la musica y la representacion de la figura humana y por ende la de Mahoma, hoy los Wahhabis y Deobhandis fundamentalisatas sunitas y shiies han hecho de la iconoclastia un deber.
El problema es que la iconoclastia islamicamente justificada incluye todo el arte figurativo occidental, la representacion pictorica y escultorica del hombre y de la mujer, de los personajes biblicos, de Cristo, de la Virgen. Incluye ademas todo el arte musical, que tambien esta proscrito, con excepcion de algunos tipos de percusion.
El fundamentalismo pacifico pero extremista es apoyado por 40-45% de los mahomatanos europeos segun las ultimas estadisticas. Si alguna vez los mahometanos fundamentalistas pacificos de occidente se constituyen en mayoria, se sentiran con perfecto derecho a exigir la destruccion de toda la riqueza artistica de occidente por blasfema.

LT said...

He leido esto que quizas te interese:

As stated in previous post, I am reliably informed that the Journal de Montreal has published a major expose on Islamic attitudes as preached from mosques in 3 cities in Quebec which covers 7 pages in the print edition and I am also reliably informed that it should be hitting Quebec TV tonight at 7:00.

This is a huge thing if we understand it correctly. It may be the first honest MSM journalism done on Islam in a Western territory with links to politicians and major organizations that are funded in the millions of dollars a year. Singling out ISNA as one organization and much more. For those with access please get a copy. Let us let journalists know that exposing the truth actually is a profitable enterprise instead of lying about Islam as a prophet-able one.

Bruni said...

Gracias LT por los comentarios y la información. La seguiré.